Los neandertales de la cornisa cantábrica usaban cuarcita como materia prima

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Marcelo Ferrando Castro
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Investigadores vascos han realizado un estudio que demuestra el uso de una piedra, denominada cuarcita, por parte de los neandertales que habitaron la cornisa cantábrica para fabricar herramientas en zonas en las que había poco silex.

La comunidad científica conoce bastante bien la utilización del sílex por parte de las sociedades paleolíticas. Ahora, un estudio llevado a cabo por la Universidad del País Vasco UPV/EHU pone de relieve la utilización de la cuarcita como segunda materia prima por parte de los neandertales que habitaron la cornisa cantábrica. Los resultados se han publicado en la revisa Archaeometry.

En el artículo se establece una metodología para poder indicar en el futuro cuál es la fuente de aprovisionamiento de cuarcitas por parte de los grupos prehistóricos en regiones en las que había poco sílex.

“A medida que esta metodología se extienda, conoceremos las características de cada afloramiento de esa materia prima y podremos enriquecer el mapa económico del Paleolítico”, comenta Alejandro Prieto, coautor del estudio.

La presencia de una cuarcita característica de un afloramiento en un valle distante cientos de kilómetros, por ejemplo, revelaría ese desplazamiento por parte de los grupos humanos que la portaban. Multiplicando el número de observaciones, se podrán mapear los movimientos de las poblaciones prehistóricas entre los afloramientos de materia prima y los yacimientos en que quedaban esos restos trabajados, tras su amortización, señala el estudio.

En el ámbito geográfico en el que se circunscribe el trabajo, la cornisa cantábrica, la cuarcita es la segunda materia prima lítica en cantidad. La importancia en el registro arqueológico es aún mayor en las zonas centrales y occidentales de la región cantábrica, así como en momentos antiguos del Paleolítico, concretamente en el inferior y medio.

Por tanto, la caracterización de ese material abre una nueva ventana al conocimiento de las sociedades paleolíticas, a partir del entendimiento de los mecanismos de aprovisionamiento, transformación y utilización de uno de los recursos más importantes de ese periodo.

Para entender y caracterizar la cuarcita arqueológica, se han seleccionado 17 muestras de los materiales de los yacimientos de El Habario y El Arteu. Las dos colecciones de industria lítica están caracterizadas como Musterienses, claramente asociado al Paleolítico Medio (150.000-40.000 BP) y talladas por poblaciones neandertales.

Zona de alta variabilidad geológica

Los dos yacimientos están situados en el occidente de la actual provincia de Cantabria, en una zona de alta variabilidad geológica. El primero se encuentra en una zona amesetada en las estribaciones nororientales de los Picos de Europa y está adyacente a unos pequeños conglomerados con cantos de cuarcita. El segundo está situado en el Desfiladero de la Hermida, en una zona con una orografía más escarpada, rodeado de estratos de caliza, y está relativamente cercano al río Deva.

La metodología utilizada se ha basado en la aplicación de la petrografía, el análisis digital de imagen, y en la fluorescencia de rayos X. Esas tres técnicas han permitido caracterizar las texturas de las láminas delgadas y los granos de cuarzo que conforman la cuarcita; conocer los tamaños, las formas y la orientación de los granos de cuarzo; conocer los minerales que componen junto con el cuarzo esas cuarcitas; y caracterizar la composición geoquímica de las cuarcitas.

“Los resultados de este trabajo nos han permitido entender los procesos genéticos, de creación y formativos, de las cuarcitas y detectar diferentes ambientes formativos. Estos van desde los puramente sedimentarios (acumulación de granos de cuarzo) a otros claramente metamórficos (creación de nuevos granos de cuarzo a través de la recristalización), pasando por una gradación de mecanismos diagenéticos y de deformación más avanzados”, explica el investigador.

Transporte de herramientas

La comprensión de esos procesos, así como su contextualización, ha permitido establecer seis tipos de cuarcitas, que han sido utilizados para entender parcialmente el registro de ambos yacimientos y comprobar complejos mecanismos de adquisición y gestión de la cuarcita. Así, la adquisición dual (en conglomerados y depósitos fluviales) de recursos líticos permite observar mecanismos de movilidad y utilización de medios diversos (media montaña y fondos de valle), que sugieren pautas de movimientos interanuales que aún hoy perduran en ámbitos rurales y ganaderos.

Se ha corroborado la movilidad de poblaciones neandertales y el transporte de herramientas, así como la utilización de multitud de tipos cuarcíticos por parte de los neandertales. Por otra parte, la captación y utilización preferente de tipos cuarcíticos altamente deformados o metamórficos, debido a las aptitudes favorables para la talla y el uso, lleva a pensar en pautas de comportamiento modernas y complejas de esas poblaciones.

Vía Sinc

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