En el Castillo de Lincoln ha sido hallado un esqueleto que podría pertenecer a un obispo o rey sajón cuya datación podría ser cercana a los 900 años después de Cristo.
En un sarcófago de piedra caliza, aún sin abrir, mediante una endoscopia se confirmó la presencia del esqueleto además de otros objetos que posiblemente sean de oro. El sarcófago se encontraba a 3 metros bajo tierra y en estos momentos se puede apreciar la zona perteneciente a un lado del ataúd. Desenterrarlo podría ocasionar que su estructura se desintegrase debido al cambio de las condiciones ambientales por lo que no va a ser tarea fácil moverlo y, en consecuencia, en cuanto abran la tapa tendrán que grabarlo rápidamente para no perder ningún dato debido a su deterioro.
El ataúd fue encontrado junto a otros ocho esqueletos al lado de una iglesia sajona. En los restos de los ocho individuos se han estado realizando análisis de ADN. Ahora los arqueólogos están estudiando la posibilidad de que el nuevo cuerpo pueda pertenecer a un rey del siglo VIII llamado Blaecca.
Durante estas excavaciones además de los entierros también han sido halladas dos casas romanas. Después de todo lo encontrado y una vez el proyecto esté terminado, alrededor del 2015, se pretende crear una atracción turística.