Philippe Charlier, médico forense e investigador de enigmas médicos históricos, junto a Philippe Froesch, especialista en reconstrucción facial de Visual Forensic, han creado una intensa reconstrucción facial del revolucionario francés Maximilien de Robespierre y el resultado es muy llamativo.
La principal fuente para la imagen ha sido una copia de yeso de su máscara mortuoria cedida por el Museo Madame Tussauds, la cual se realizó a su cabeza decapitada tras ser guillotinado el 28 de julio de 1794.
Froesch utilizó un escáner de mano para crear un modelo del rostro en 3D, añadiéndole posteriormente detalles como más de 100 marcas que tenía en su cara provocadas por una viruela mal curada que padeció cuando tenía 6 años y que le acompañaron toda su vida.
Lo más complejo ha sido determinar sus ojos, dado que los párpados cerrados no dejan una buena impresión en el yeso. Para poder recrearlos, utilizó una técnica aplicada por el FBI que le permite calcular el tamaño de los ojos a través de las marcas que dejan las córneas en la máscara.
El resultado final está muy lejos de los retratos amables que conocemos de él en la actualidad:
Además de las técnicas científicas que emplearon para hacer posible su reconstrucción, Charlier y Froesch también estudiaron diversos documentos de la época donde se narran sus problemas clínicos: “Problemas de vista, hemorragias en la nariz, ictericia (piel y ojos de color amarillo), astenia (cansancio continuo), úlceras recurrentes en piernas y las marcas de la viruela en su rostro, además de tener en ojos y boca espasmos de forma recurrente. Los síntomas empeoraron entre 1790 y 1794”.
Todo esto les lleva a diagnosticar que Robespierre padeció de sarcoidosis, un síndrome autoinmune muy raro donde los granulomas (células del sistema inmunológico) se desarrollan en una gran cantidad de órganos, y que presenta los síntomas que padeció Robespierre entre otra gran cantidad.
En la actualidad, esta enfermedad se puede tratar con corticoides, pero Robespierre murió 80 años antes de que Sir Jonathan Hutchinson identificara la enfermedad, y 160 años antes de la fabricación de la Prednisona.
Aquí podéis ver más imágenes sobre esta reconstrucción, incluyendo el imperdible reportaje gráfico sobre la recreación de los ojos.
