Los restos del monasterio más antiguo en Tierra Santa, más concretamente en la Franja de Gaza, corren peligro de desaparecer por falta de fondos para hacer posible su conservación.
Se trata del Monasterio de San Hilarión, el cual toma el nombre de un ermitaño palestino que llegó desde el sur de Gaza hasta Tel Umm al-Amr, lugar donde se encuentra el monasterio, y al cual se le considera padre del monacato palestino.
Abandonado después de un terremoto en el siglo VII, fue redescubierto por los arqueólogos locales en 1999, pero a día de hoy se encuentra en ruinas y en mala conservación. Ahora la situación es crítica y se corre el riesgo de perder este gran sitio que hace poco más de un año se pidió a la UNESCO que lo incluyese en la Lista de Patrimonio Mundial.
Se piensa que el coste de salvar el lugar rondaría los 2 millones de euros y contaría con una inversión inmediata de 200.000 para protegerlo de las lluvias del próximo invierno. Hasta ahora Francia ha sido el mayor donante con una aportación de 110.000 euros desde 2010.
Los restos en descomposición de extienden a lo largo de 15.000 metros, ocupando la estructura en su totalidad en 10 hectáreas. La parte sur incluye una iglesia, una cripta, una capilla, varias pilas bautismales e incluso una vivienda. En la zona norte se encuentra una posada y unos baños que servían a los peregrinos que por allí pasaban.
Las plantas que crecen en el lugar están empezando a destruir el complejo y debido a la ausencia de vigilancia nocturna se teme que sea víctima de actos vandálicos o saqueos dañando consigo toda la estructura.
