Durante una serie de excavaciones en el yacimiento arqueológico Arkaim, en Cheliábinsk (Rusia), los arqueólogos encontraron el cráneo de una sacerdotisa sármata, el que sorprendió a los investigadores por su peculiar forma que tenía signos evidentes de deformación, aparentemente, producidos por una atadura muy ajustada.

Así es como fue bautizada y dada a conocer a la comunidad como la sacerdotisa-extraterrestre, siendo enviada a Ufá en donde los científicos han logrado reconstruir su aspecto a través del modelado en 3D.
El jefe de la expedición en Arkaim Yuri Makúrov explicó que:
«El científico que trabajó con el cráneo procuró ‘revivir’ al máximo el aspecto de la sacerdotisa. Como resultado ahora podemos observar no solo a una estatua simple, sino a una verdadera anciana con canas en el cabello y arrugas en la cara, con un color de ojos y piel determinado y un pañuelo en la cabeza».