El Submarino Peral suele ser uno de los protagonistas cuando se habla de la historia de la ciudad de Cartagena.
Sin embargo, el 12 de abril, el protagonista ha sido el mural, realizado por los pintores Enrique Gabriel Navarro y Ramón Alonso Luzzy, que acompañó al submarino en su ubicación original, bajo los jardines del Gobierno Militar en 1965.
Gracias a los trabajos de restauración, financiados por el Ayuntamiento de Cartagena, se ha inaugurado el mural en el patio de acceso a la Sala Isaac Peral del Museo Naval.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha asistido al acto, en el que han participado Mauricio de la Gandara, Director del Museo Naval, Pedro Luis de la Puente, Almirante Jefe del Arsenal de Cartagena, Enrique Navarro Carretero, pintor e hijo de Enrique Gabriel Navarro, Ramón Alonso-Luzzy Campoy, hijo de Ramón Alonso-Luzzy y Luis Miguel Pérez Adán, Cronista de Cartagena.
Hace más de 15 años que los azulejos fueron restaurados, por Enrique Navarro, y depositados en la pinacoteca municipal desde entonces. A partir de hoy se podrá visitar en el patio de acceso a la Sala Isaac Peral del Museo Naval de Cartagena.
Esta restauración supone un paso adelante para proteger el patrimonio que rodea a la historia de Cartagena. El mural, que se situará en su nueva ubicación de manera permanente, está compuesto por un total de 462 azulejos de unos 14 centímetros cada uno de ellos, pintados a mano y cocidos a fuego.
Se trata de una composición de dos bloques a los lados, y uno central, que hacen referencia a una escena naval dónde se representa la armada, antigua y moderna. Originalmente, el panel contenía también un mosaico central que representaba la torre del escudo de Cartagena, que desafortunadamente no ha sido localizado.
Este mural cerámico que acompañó al “Peral” durante casi cuarenta años ahora vuelve a cobrar vida, representando parte de la historia de un elemento muy característico de la ciudad como fue el conjunto ornamental del submarino Peral, ha sido fotografiado en innumerables ocasiones por los múltiples visitantes a la ciudad o los propios cartageneros.
El submarino, desde su ubicación en el puerto a mediado de los sesenta, ha sido adoptado por todos los cartageneros como uno de los grandes símbolos de la ciudad. Ahora, gracias al trabajo de restauración realizado, mural y submarino vuelven poderse visitar en conjunto.
La propiedad de dicho mural es del Puerto de Cartagena, quien ha sufragado la instalación en esta nueva ubicación.
El Ayuntamiento, además, continua con el proyecto de abrir la casa museo de Isaac Peral.
