Tal fue la sorpresa de la Guardia Civil el pasado martes 11 de febrero cuando sorprendió a dos hombres provistos de detectores de metales rastreando una finca del municipio de Sant Antoni, en Ibiza.
Confiscadas unas cuantas monedas antiguas que habían encontrado gracias a los detectores, los individuos confesaron que habían practicado esta actividad desde hacía nueve años y que guardaban todo tipo de objetos similares en su casa.
Las autoridades procedieron entonces al registro de la propiedad, donde efectivamente encontraron toda clase de piezas antiguas: estatuillas, ajuares funerarios, monedas, cerámicas, broches, lámparas de aceite, etcétera, seguramente de época púnica y romana, aunque el departamento de Patrimonio y Cultura del Consell Insular de Eivissa se encargará de confirmarlo.
Los responsables de la infracción han incurrido en un delito contra la Ley de Patrimonio Histórico Español, que estipula que todo objeto antiguo hallado en suelo español pertenece al patrimonio nacional y por tanto debe notificarse inmediatamente a la autoridad correspondiente, no pudiendo en ningún caso quedárselo o utilizarlo.