Tras ser sometido a un lavado con agua desmineralizada, un tapiz de un conjunto de seis, perteneciente al Real Colegio del Patriarca de Valencia se ha podido observar en él un reflejo de la edad dorada de un arte que salió a la luz a principios del siglo XVI.
El tapiz de 24 metros cuadrados se está restaurando junto con otros cinco tapices en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, gracias al apoyo económico de la Fundación Iberdrola, la cual fue fundada en el siglo XVIII por Felipe V. Aunque las tareas de restauración se prevén que duren al menos dos años, la limpieza del primero de ellos ha dejado ver el esplendor de colores y la calidad de sus hilos.
Otro de los tapices está siendo lavado con productos naturales en una gran cubeta con plataforma móvil en la que, mediante un masaje, los trabajadores van apartando la suciedad incrustada que no permite ver la maravilla oculta durante siglos.
Cuatro de los tapices pasaron desapercibidos a pesar de encontrarse en la Capilla del Monumento del Patriarca debido a su gran estado de deterioro. Después de ser restaurados se realizará una exposición para poder ser observados por el público pero posteriormente volverán a su emplazamiento original.