Un equipo de arqueólogos chinos ha completado recientemente la renovación de una tumba de 1.500 años de edad situada en la provincia de Shanxi, al tiempo que restauraron los murales ubicados en su interior, explicaron en un comunicado el pasado lunes. La tumba en cuestión es la de Xu Xianxiu, un alto funcionario de la Dinastía Qi del Norte (550-577), la que había sufrido una severa oxidación debido a su exposición con el aire, lo que llevó a que Wu Guangwen, director del recinto, iniciara los trabajos de restauración.

Wu explicó que el estado de los frescos ha sido mejorado gracias a las obras de restauración llevadas a cabo por la Academia de Dunhuang, y contó con una inversión de aproximadamente 400.000 euros. “Estos murales son muy valiosos y debemos esforzarnos por preservarlos”, explicó.
Situado en las afueras de Taiyuan, capital de Shanxi, la tumba contiene frescos antiguos que se encuentran entre los mejores conservados de toda la Dinastía Qi del Norte. Cubren aproximadamente 330 metros cuadrados y para los expertos tienen un gran valor arqueológico.
Por otra parte, la tumba se encuentra entre los diez descubrimientos arqueológicos más importantes del año 2002 y ha sido incluida por el Consejo Empresarial del Estado (el Gobierno central) en la lista de reliquias bajo protección nacional.