Restos fenicios de hace 2.700 años han sido descubiertos en el centro de Málaga. La excavación arqueológica ha obtenido como resultados el descubrimiento de una estructura funeraria de la época orientalizante, ubicada históricamente entre los siglos VII y VI a.C.
En este caso se trata de una cámara situada en el subsuelo, constituida por sillares de calcarenita y cubierta de mampostería. En su interior se encontraron restos humanos enterrados junto con su ajuar. Este hallazgo ha permitido obtener más información sobre los antepasados fenicios de esta ciudad.
Los estudios han concluido en uno de sus trabajos que se trata de un hombre entre la edad de 30 y 40 años y que medía unos 1,80 metros de altura. El ajuar junto al que fue enterrado, contiene elementos pertenecientes a la zona del mediterráneo oriental. Entre los elementos del ajuar se encuentra, un casco de bronce de características corintias, un escarabeo egipcio con la representación de un ídolo con incrustaciones en oro y otros elementos metálicos que forman parte de la armadura de un guerrero.
Patricia Alba -delegada de Educación, Cultura y Deporte- ha comprobado su importancia mediante una visita al lugar y argumenta que es «de carácter excepcional para la arqueología y de un gran valor patrimonial«, razón suficiente por la cual las piezas de mayor importancia han sido trasladadas de inmediato a la Sala Arqueológica del futuro Museo de la Aduana donde podrán ser observadas.
