Durante tres siglos, el templo de Enjuin albergó uno de los misterios más grandes de Japón, que ha sido finalmente develado por la ciencia; se trata de una famosa “sirena momificada”, la cual según una inscripción del espécimen, fue encontrada en una red de pesca a mediados del siglo XVIII.
Para develar este misterio un grupo de científicos de la Universidad de Ciencias y Artes de Kurashiki, ha sometido la momia a diferentes pruebas como rayos X, tomografías, análisis de ADN, además de incluir la datación por radiocarbono, llegando a interesantes conclusiones.
El detallado informe presentado por los científicos concluyó que se trata en buena medida de un animal, aunque también encontraron pruebas de la acción humana en estos restos.
La sirena posee aletas dorsales, pélvicas y una aleta anal, incluyendo escamas de pez globo, las cuales cubren el área de los brazos, los hombros y su cuello.
Por su parte, en la parte superior de la sirena los investigadores hallaron rastros de tela y papel, con relleno de algodón junto a una sustancia muy similar al yeso; lo que parece indicar la acción humana en la momia.
Gracias a estas investigaciones, los científicos japoneses han logrado poner un punto final a este misterio de tres siglos.