¿Se realizaban sacrificios infantiles en la antigua Cartago?

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Manuel Álvarez Esteban
Romántico, en el sentido artístico de la palabra. En mi adolescencia tanto familiares como amigos me recordaban una y otra vez que era un humanista empedernido, pues pasaba el rato haciendo lo que quizás otros no tanto, creyéndome Bécquer, inmerso en mis propias fantasías artísticas, en libros y películas, deseando constantemente viajar y explorar mundo, admirado por mi pasado histórico y por las maravillosas producciones del ser humano. Por ello decidí estudiar Historia y simultanear con Historia del Arte, porque me parecía la manera más adecuada de llevar a cabo las habilidades y pasiones que me caracterizan: leer, escribir, viajar, investigar, conocer, dar a conocer, educar. La divulgación es otra de mis motivaciones, pues entiendo que no hay palabra que tenga valor real si no es porque haya sido transmitida con eficacia. Y con ello, tengo la determinación de que todo lo que haga en mi vida tenga un fin didáctico.

Según un estudio conjunto realizado por expertos de multitud de organizaciones de todo el mundo, incluida la Universidad de Oxford, la práctica del sacrificio infantil como tributo a los dioses estaba extendida en la antigua civilización cartaginesa.

La revista Antiquity se hizo eco de estas investigaciones que parecen aportar pruebas suficientes para demostrar la veracidad de esta práctica ritual, tradicionalmente rechazada por los historiadores. La investigación reúne evidencias históricas, literarias, epigráficas y arqueológicas.

sacrificios cartago

De acuerdo con uno de los autores, la doctora Josephine Quinn de la Facultad de Estudios Clásicos de Oxford, tanto romanos como griegos aluden a estas prácticas en sus textos y formó parte de la historia popular de Cartago durante los siglos XVIII y XIX. Pero en el siglo XX la atribución de estos actos rituales al pueblo cartaginés se entendió como signo de xenofobia por parte de griegos y romanos, que simplemente hacían propaganda política contra una civilización enemiga.

Lo que se reivindica ahora es una reinterpretación de estas fuentes que coinciden de manera apabullante en que la práctica fue real. Así mismo, se pretende el análisis objetivo de los tofets cartagineses, rechazando la tradicional consideración que los define como meras necrópolis infantiles de no nacidos o niños fallecidos a edad temprana. Al parecer, en realidad se trataba de recintos sagrados en los que se ofrecía la vida y el cuerpo de los infantes a las divinidades.

Teniendo en cuenta que la civilización cartaginesa remonta su origen a una colonia fenicia asentada en el actual Túnez, la práctica de sacrificio en tofets también se realizaba en otras colonias vecinas de Sicilia, Malta y Sardinia. En las losas colocadas sobre los cuerpos cremados, los padres oferentes escribían dedicatorias y oraciones a los dioses y hacían referencia a la necesidad de que escucharan sus plegarias.

De acuerdo con la doctora Josephine Quinn, una de las colaboradoras en el estudio, «no es tarea fácil averiguar las motivaciones que llevaban a la gente a realizar estas prácticas o por qué los padres estaban de acuerdo con ellas, pero merece la pena intentarlo». «Quizás se trataba de una profunda devoción religiosa o sentían que los beneficios de la ofrenda para la familia o la totalidad de la comunidad tenían más peso que la vida del niño», argumenta la doctora.

La doctora hace hincapié en que el nivel de mortalidad infantil era elevado, por lo que los padres no se sentían tan apegados a un hijo que podría no llegar a cumplir el primer año. Es decir, que no debemos tomar la práctica del sacrificio infantil como una calumnia contra el pueblo cartaginés ya que esas personas tenían una visión diferente de la misma hace 2.500 años. No miraban esos actos rituales con horror como lo haríamos en la actualidad.

Estas teorías explicarían por qué Cartago fue fundada como colonia en primer lugar«Quizás la razón por la que las personas que se asentaron en Cartago y sus vecindarios dejando sus hogares originales en Fenicia (en el actual Líbano) era porque otros no estaban de acuerdo con sus inusuales prácticas religiosas», explica Quinn. De este modo, se entendería que Cartago fue poblado por creyentes que practicaban una religiosidad distinta a la fenicia y que desarrollaron una cultura religiosa diferente en la nueva colonia africana.

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