Sheila Blanco nos descubre la historia los clásicos de la música con canciones que se han vuelto virales

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Marcelo Ferrando Castro
Después de estudiar Historia en la Universidad y tras muchas pruebas previas, nació Red Historia, un proyecto que surgió como medio de divulgación en donde encontrar las noticias más importantes de arqueología, historia y humanidades, además de artículos de interés, curiosidades y mucho más. En definitiva, un punto de encuentro para todos en donde poder compartir información y continuar aprendiendo.

Casi todos los días surgen fenómenos que se vuelven virales, pero no todos ellos son precisamente didácticos. Éste el que os vamos a hablar es realmente interesante desde nuestro punto de vista, ya que gracias a su autora, muchos niños (y adultos) sabemos mucho más de la historia de los autores de música clásica de lo que pudimos aprender en nuestras clases de música de la escuela.

Hablamos de las ingeniosas composiciones de la cantante de jazz y profesora de La Voz Kids, Sheila Blanco.

Por el momento, la serie que ha bautizado como “bioclassics”, sólo cuenta con dos canciones (la última de ayer mismo) que han obtenido una enorme repercusión con millones de reproducciones.

La primera de ellas, fue la de “Bach es Dios” y utilizando los acordes de la célebre “Badinerie” del compositor alemán, narraba las obras y biografía de este gran autor.

Ahora vuelve con una segunda entrega de la serie: “Mozart, un niño genial” que ha superado las expectativas por la dificultad que el ritmo de su “Sonata para piano no.11 en LA mayor”.

Y como es una sonata con un ritmo un poco elevado, os dejamos la letra para que podáis cantarla con vuestros niños o… solos.

Letra de «Mozart: un niño genial», de Sheila Blanco

Érase una vez, un niño genial
que aprendió a tocar y a componer antes que a hablar,
Amadeus era en la peli,
Mozart para los demás.

Fue con su papá
de aquí para allá
sorprendiendo a Reyes y a la alta sociedad
y batiendo muchos récords de destreza a corta edad:

A los 4 toca el clavicordio,
a los 6 domina ya el violín,
lee la música a primera vista
e improvisa como John Coltrane.

Érase una vez, un niño genial
y su padre, un espabilao’ de manual,
giran años por Europa,
lucimiento del chaval.

Por las Cortes de Munich, París, Londres y La Haya
y en su Austria natal embelesó al Emperador.

En Versalles Los Mozart
tocan para el Rey Luis XV;
su primer Oratorio con 9 años terminó.

La verdad es que la obra mozartiana hoy no tiene parangón
porque, como buen virtuoso, hizo de todo, ¡ya lo veis!
entre conciertos, sinfonías, misas, óperas, sonatas, arias, sumaron 626.

Trabajó muy fuerte el pianoforte y a Johann Sebastian Bach
y era tan bueno que tocaba su teclado sin mirar.
Sus partituras manuscritas las hacía sin tachar y se hizo muy famoso, una rock star.

Pero como pasa hoy en día en nuestras redes sociales,
Mozart tuvo también algún que otro hater,
un compositor coetáneo suyo llamado Antonio Salieri
pero esto nunca se pudo demostrar.

El caso es que si ves la película llamada Amadeus
allí Salieri en la reencarnación del mal, y sí, le tachan de ser
un indeseable, envidioso e impostor que lleva al pobre Amadeus a su final.

¡Qué se puede decir que no se haya dicho de Mozart!
Que su música cura el alma y mueve el corazón.

Que su obra es la piedra angular del clasicismo y que fue una gran pérdida lo joven que murió.

Y aunque el hombre trabajó siempre de sol a sol, sufrió sus penurias.

Y aunque Mozart nunca estuvo en Estambul esto que oyes la Marcha Turca es, Sonata en la mayor, Rondó..

*Referencia a su K626.

Desde luego, no se nos ocurre mejor forma de enganchar a los más pequeños al aprendizaje de la historia de la música.

Vídeo de «Mozart: un niño genial»

Vídeo anterior: «Bach es Dios»

Letra de «Bach es Dios» de Sheila Blanco

Cuando se habla de composición,
hay muchos autores que merecen un programa:
Mozart, Beethoven, Chopin, Debussy,
todos ellos son irrepetibles.

Pero hay uno que es inigualable
porque su legado musical es colosal.

Es barroco, fastuoso, espiritual, indescriptible,
es la música de Dios, Johann Sebastian Bach.

Si tú te fueras a Marte a vivir,
llévate contigo la pasión de San Mateo.

Si necesitas relax y fluir,
escucha las variaciones Goldberg
y los conciertos de Brandenburgo.

No olvides la Suite número 2 menor en Si,
que te atrapa, te subyuga, te ilumina,
te sublima, te alucina, terminando este Badinerie.

¡Qué tío currante que fue Mister Bach!
todo el día compone que compone,
pero ahí no acaba la cosa ¡no, no!

Además de componer y 20 hijos tener,
fue cantor, clavecinista, violinista, organista y violista
y alemán y luterano.

Pero lo más loco de su historia
es que cuando murió J.S.
su inmenso legado
quedó sepultado
y tuvo que llegar Felix Mendelssohn
a hacer valer la obra de Juan Sebastián Bach
y construir casi de cero su reputación.

Hace ya más de tres siglos nació
y sus obras se escuchan cada día.

¡Qué habría hecho Bach con un buen Instagram!
Si en el XVII hubiera habido internet,
Bach tuiteando sus partitas, más retuits que Rosalía,
y con su peluca blanca de youtuber.

Si estás cansado del reguetón,
escucha a Bach y pon atención,
en sus corcheas
y semicorcheas
está la historia de nuestra Humanidad.

No pierdas el tiempo y vete a disfrutar,
si hubo alguna vez un Dios fue Juan Sebastian Bach.

Esperamos con ganas las próximas composiciones de Sheila para aprender un poco más sobre alguno de los muchos genios que ha dado la música clásica. No se nos ocurre mejor maestra.

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