La dinastía merovingia, o los reyes merovingios, surgen en el siglo V con Meroveo, cuando se convierte en el rey de los francos salios, y se expande con Clodoveo I, rey de todos los francos.
Clodoveo I fue el primer rey franco y quien transformó la ciudad de París en capital del territorio, además de traer la religión cristiana a la región.