En Gliwice, sur de Polonia, ha sido descubierto un cementerio donde fueron enterrados muertos bajo prácticas de hipotéticos vampiros, similares a la gran cantidad hallados en Bulgaria que hemos publicado con anterioridad.
Antes de la construcción de una carretera de circunvalación, los arqueólogos realizaron una inspección del lugar con la sorpresa de hallar cuatro esqueletos. En cada uno de los casos el individuo había sido enterrado con la cabeza entre sus piernas. Según algunas leyendas, esta manera de enterramiento impedía a los vampiros encontrar su camino de regreso al mundo de los vivos. Otra de las características peculiares de este cementerio era que no había rastro de objetos personales como joyas, correas o hebillas.
A pesar de no poder establecer una fecha exacta de cuando se enterraron los cuerpos, los expertos creen que puedan haberse llevado a cabo en la Edad Moderna.
Además de una teoría vampiresca, también existe la posibilidad de que se tratase de víctimas de cólera pero aún quedan muchas investigaciones para poder establecer una hipótesis con mayor seguridad.
El último caso de supuestos vampiros que se registró dentro de las fronteras polacas fue en el año 1914 en Mierzwice Stare, un pueblo de Mazovia. En este caso se desenterró un esqueleto cuya cabeza había sido cortada y colocada entre las piernas del individuo.