Tyr, el dios de la guerra de la mitología nórdica. ¿Quién fue?

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Biografía del dios nórdico Tyr

En principio, Tyr es conocido como el dios de la guerra, relacionado con Marte o Ares (en las mitologías romana y griega, respectivamente), sin embargo, ha sido asociado primordialmente con la justicia, la ley y el juramento de los juramentos vikingos.

Como dios de la guerra y la justicia era muy amado por sus parientes y uno de los más venerados por los vikingos.

Era famoso tanto por evitar que surgieran conflictos como por hacer lo necesario para que la resolución de los mismos fuera hecha con justicia, por lo que su nombre siempre formaba parte de las fórmulas en las que juraban los vikingos.

Los soldados del ejército que combatían mandaban a tallar la runa týr en las espadas que empleaban con la fe de poder obtener su ayuda en la guerra.

¿Cuál es el origen genealógico de Tyr?

Según se desprende de la Edda mayor o Edda poética, su progenitor fue el gigante Ymir; y según recoge la Edda menor, sus padres fueron Odín y Frigg, siendo entonces, miembro de la casta de los æsir.

Es importante saber que, antes de que se instaurara la Era de los vikingos, Tyr era considerado, por las tribus germanas, el dios más importante o supremo; aunque a medida que transcurrió el tiempo, Odín adquirió más jerarquía y fue designado como el  padre creador de los dioses nórdicos.

¿Cuál es el relato más conocido acerca de Tyr?

Es el que cuenta la historia del encuentro de Tyr con el hijo de Loki, el lobo Fenrir. Al respecto, se dice que al crecer, Fenrir no solo se convirtió en un lobo grande, sino también feroz.

Esta situación causó preocupación en los dioses y las diosas que habitaban el cosmos nórdico, por lo que en un principio, para alejarlo, lo designaron como guardián de Asgard.

No obstante, notaron que, a pesar de todo, se verían en la necesidad de encadenarlo y es así como encargaron a los enanos que forjaran una cadena irrompible. Fenrir empezó a sospechar que algo estaba ocurriendo y no era bueno.

Con esta sospecha de por medio, Fenrir aceptó el pedido de los dioses de colocar la cadena forjada por los enanos alrededor de su cuello.

Dicha aceptación tenía de por medio una condición de su parte; y era que uno de los dioses pusiera uno de sus brazos en medio de sus mandíbulas como una garantía de que nada malo le sucedería.

De todos los dioses, el único que tuvo el valor suficiente para arriesgarse y cumplir con el pedido de Fenrir, fue Tyr, aún a sabiendas de que iba a perder el brazo cuando el lobo descubriera que no tendría escapatoria y la cadena era irrompible.

Y, efectivamente, Fenrir, al darse cuenta que era una trampa y que permanecería encadenado por siempre, cerró sus mandíbulas sobre el brazo derecho de Tyr arrancándoselo, y lo dejó solamente con la mano izquierda.

Pero a Tyr, el solo hecho de saber que se había sacrificado para garantizar la seguridad de Asgard le bastaba.

No obstante, los dioses ante este hecho, decidieron mantener encadenado al lobo Fenrir hasta que llegue el Ragnarök o fin del mundo conocido.

Por su parte Tyr, empezó a utilizar su brazo derecho para sostener el escudo y manejaba su arma con la mano izquierda.

Esa arma, según cuentan, era una espada magnífica y sagrada para los pueblos germánico-escandinavos, llamada Tyrfing, elaborada en los hornos de los enanos que forjaron la lanza poderosa con la que Odín luchaba.

Tyr, dios de la Guerra

Tyr es dios de la guerra y esto se evidencia cuando en la Edda Poética, Loki lo insulta diciéndole que él lo único que podía hacer era provocar o estimular conflictos más jamás podría resolverlos.

Pero esto no es del todo cierto, porque Tyr, si bien es cierto es el dios de la guerra, siempre se preocupó por buscar la justicia para todos y que la ley fuera equitativamente aplicada.

Tyr, el dios nórdico de la guerra. Crédito: Dominio Público / Ilustración de Carl Frederick von Saltza / Edda Poética (1893)

Es por esto que ha sido caracterizado como un jurista de actuar prudente que trataba de someter al fiel de la balanza de manera justa y equitativa las cosas que eran sometidas a su consideración e impartía justicia de forma adecuada. 

Por lo tanto, siempre buscó la paz, y para eso haciendo acopio de su valentía y de su proceder honesto, empleó su poder y con sabiduría logró detener muchos encuentros bélicos antes de que iniciaran.

Era poseedor de una gran vastedad de conocimientos que compartía sin miramientos tanto con los demás dioses como con los humanos con quienes contactaba.

En cuanto a su relación con las Valkirias, que eran las guerreras extraordinarias a quienes se les confiaba el traslado de los caídos en batalla a los salones del Valhalla, se cuenta que ellas requerían de su aprobación junto con la de Odín, respecto de cuáles guerreros serían merecedores de ese honor.

¿Cómo está representado Tyr y cuál es su morada?

A Tyr se le reconoce en representaciones donde aparece su mano derecha mutilada y su mano izquierda sosteniendo bien sea una lanza o un cetro.

En cuanto a su morada, se deduce de la Edda Poética y la Edda menor que no cuenta con una morada estable o única, sino que va alternando de residencia, unas veces en el Valhalla y otras en el Vingolf, pero siempre al interior de Asgard.

Además, por ser uno de los dioses nórdicos más importantes, se sienta en uno de los tronos del Gladsheim, que es el salón de reunión de los dioses.

Tyr y el Ragnarök

Se cuenta que, al final de los tiempos, es decir, en el Ragnarök, Tyr deberá enfrentar a otro terrible animal, un perro llamado Garm, quien custodia el hogar de la diosa Hella, en el reino de los muertos, el Helheim, situado en Niflheim.

Que en esta lucha, el perro Garm se tragará a Tyr, pero que antes de morir, el dios apuñala al can en su interior, muriendo ambos. Fenrir se libera y se traga a Odín entero, cumpliendo la profecía. 

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