El Vallum Antonino fue construido por el emperador Antonino Pio, para proteger a los romanos de las tribus bárbaras escocesas, construyendo 16 fuertes y más de cuarenta fortines para su protección.
En este muro los soldados imperiales resguardaron sus territorios de cualquier incursión enemiga.
Hasta ahora, solo se habían hallado nueve de los 41 fortines romanos en el Vallum Antonino, aunque recientemente los arqueólogos hallaron el décimo gracias al uso de tecnología de punta.
En la región de West Dunbartonshire específicamente en Carleith Farm, los arqueólogos sometieron el suelo a estudios de gradiometría, con lo que pudieron estudiar los cambios en el campo magnético de la tierra, que les muestre indicios de restos arqueológicos imposibles de ver de otra forma.
En los aposentos de este fortín romano debieron estar doce soldados, que se trasladaban entre este punto y el fuerte Duntocher que era el más importante de la región.
Al interior del fortín había dos edificios pequeños, del lado norte se resguardaban por el Vallum Antonino, y del otro lado había un muro que rodeaba toda la fortificación.