El sentido de la espiritualidad y la medición de los movimientos astronómicos, son dos elementos que capturaron la atención de nuestros antepasados, tal como puede corroborarse en el cementerio de 4 mil años de antigüedad, hallado en Países Bajos muy cerca de La Haya.
En dicho cementerio se han descubierto una gran cantidad de túmulos funerarios, aunque existen dos túmulos que llaman la atención, ya que muestran con claridad los días más largo y corto del año, brillando la luz del sol en las cimas de dichos túmulos.
Los investigadores piensan que fue un lugar especial, no solo para las personas de esta localidad, sino para gente de otras latitudes por el hallazgo de perlas o vidrios, los cuales se llevaron allí por personas de lugares alejados.
Entre los hallazgos también se encontraron huesos animales junto a otros tipos de ofrendas, las cuales se expondrán en el Museo Nacional de Antigüedades de Leiden.