Arqueólogos de la Universidad Freie de Berlín han hallado una cota de malla romana perteneciente a un soldado del siglo III d.C. en Baja Sajonia. Concretamente, el hallazgo se encontraba en un campo de batalla de Harzhorn, donde se desarrollaban las exploraciones de la zona cercana a Kalefeld en Northeim, distrito norte de Göttingen.
El profesor de arqueología en la Universidad Freie Berlín, Michael Meyer, está al mando de las investigaciones que han supuesto la primera vez que se halla una parte de la armadura de un soldado en un campo de batalla germano romano y en tan buen estado de conservación.
Según el responsable de la investigación, gracias a esta pieza de la armadura se podrá reconstruir la historia y la batalla que tuvo lugar.
Estos restos se forman de miles de eslabones con un diámetro de seis milímetros conectados formando la malla. Sin embargo, el acero de los anillos está descompuesto. Esta cota de malla fue empleada en una batalla por soldados romanos.
En ocasiones los soldados germanos pasaban por alto este tipo de protección, mientras que en sus enterramientos se han hallado restos de armadura. Así pues, en estos casos, también es importante tener en cuenta la situación en que los restos se hallan. Este se encontraba en el borde del campo de batalla, donde quizás se produjo el combate más intenso de la colina Harzhorn.
“Este hallazgo trae algo nuevo a la Batalla de esta región. Se trata de la primera vez que se halla una pieza casi entera de una armadura” afirma Meyer. El experto no descarta que este fragmento de armadura se desprendiera debido a los tirones de los compañeros soldados que querían proteger sus heridas y llevarlo fuera del campo de batalla. Al mismo tiempo, es probable que los soldados germanos lo colocaran en un lugar específico tras el combate como forma de indicar un espacio donde tuvo lugar un gran combate.
Las excavaciones de este año se han efectuado en los laterales de la batalla, así los arqueólogos han podido comenzar a investigar la extensión de la lucha o si eran varias batallas.
En todo caso, esta cota es una de las mejor conservadas de los conflictos germano-romanos, que fue hallada en 2008 y estudiada por Michael Meyer en colaboración con el Departamento de Arqueología de Baja Sajonia y los arqueólogos del distrito de Northeim.
