Durante los trabajos de restauración en las turberas de Exmoor, se encontró un fragmento de tierra prehistórico, que resguardó partes del suelo junto a varios insectos del neolítico y la edad de bronce.
Entre los insectos se hallaron cerca de cien escarabajos, hallándose entre ellos, escarabajos errantes, peloteros, carroñeros de agua, ácaros, etc.
Ramas, partes del suelo, semillas, etc., se encontraron del suelo mostrando cómo era la flora de hace 4.500 años.
Entre los árboles de la época destacan los abedules, sauces y robles.