Excavaciones en el fuerte romano de Apsaros en Georgia, han encontrado evidencia de un antiguo culto misterioso que se extendió entre los soldados romanos en el siglo III d.C., conocido como Júpiter de Dólique, el cual es relacionado hasta cierto punto con la figura de Baal.
El hallazgo es una placa votiva de oro con una inscripción en griego y decoraciones en relieve, lo que le hace un objeto único tanto por su conexión con el culto, como con el hecho de que no es común hallar objetos de oro en tan buen estado de conservación.
Este culto iniciado en el Este cerca de la frontera entre Siria y Turquía, no tuvo una duración prolongada entre las huestes romanas, por lo que el hallazgo es una de las pocas pruebas de su existencia en el siglo III d.C., durante la época de la dinastía Severa.
Otro hallazgo excepcional es que en las instalaciones del fuerte se realizaba vino en grandes cantidades, algo totalmente inesperado para los expertos, quienes señalan que los militares debieron trabajar en el vino en tiempo de paz.