Carlos III “el Gordo” (13 de junio de 839 – 13 de enero de 888), fue el último monarca en aglutinar bajo su reinado a la totalidad del imperio carolingio, que desde la muerte de Carlomagno comenzaría un importante declive que terminaría acabando con sus años de gloria anteriores.
Este último rey sería, de igual forma, el encargado de hacer frente al Sitio de Paris de 885 por parte de los vikingos y sería depuesto por una rebelión nobiliaria que lo consideró incapaz.
La reunificación del imperio carolingio fue una quimera. La fortaleza esgrimida por su bisabuelo el legendario Carlomagno, era cosa del pasado y los tiempos Carlos III eran mucho más complicados, siendo el rey un hombre que sufría diferentes enfermedades y que no poseía el genio político necesario.
Todo esto lo llevó a ser el último gobernante carolingio.En su época, el emperador Carlos no tenía el sobrenombre de “el Gordo”, sino que este epíteto le fue dado en el siglo XII, manteniéndose hasta la actualidad.
Vida de Carlos III
Fue bisnieto de Carlomagno, siendo hijo del nieto de éste Luis “el Germánico”, que junto a Emma de Altdorf tendrían al último emperador carolingio de la historia.
Como era una tradición entre los reyes francos desde la época de los merovingios, Carlos III estaba destinado a recibir por herencia el reino de Germania, mejor conocido como Reino Franco Oriental.
El rey Carlos III
Su padre Luis “el Germánico” murió en el año 876, por lo que Carlos III se convertía en el nuevo rey de Germania y de los los territorios de Suabia, Alsacia y Raetia.
Por otro lado, los territorios de Franconia, Turingia y Sajonia quedaban para Luis III, y finalmente Carlomán recibía Baviera, Bohemia y la región cercana a Moravia.
Su hermano Carlomán estaba gobernando los territorios de Italia cuando se vio obligado a abdicar debido a problemas de salud, quedándose desde 879 Carlos III en el trono italiano.
Desde el 879 al 881, Carlos III en alianza con algunos familiares poderosos, continuó conquistando territorios como Laussane o la región de Jura, que le sirvieron para ser reconocido por la iglesia católica que en aquel entonces estaba enfrentando varios problemas en los Estados Pontificios.
Este último año 881, el Papa Juan VIII le coronó emperador, ya que al ser rey de Italia y rey de los francos, estaba capacitado para hacer frente a los Spoleto, la familia que estaba atacando los Estados Pontificios.
Entre el 881 y el 885, morirían varios familiares de Carlos III, quienes eran regentes de diferentes partes del antiguo imperio carolingio.
En este período obtendría el reinado de Francia Oriental en su totalidad, obteniendo además el reino de Francia Occidental, por lo que bajo su mando quedaba nuevamente integrado el imperio carolingio.
Los problemas que debió enfrentar el rey Carlos III
Los vikingos se estaban convirtiendo en un problema serio en toda Europa y el agonizante imperio carolingio era un lugar que se les hacía atractivo, ya que su debilidad y riquezas les convertía en un blanco relativamente fácil.
De estas incursiones vikingas saldría victorioso en la región de Sajonia. Sin embargo, Frisia sería entregada a los vikingos, mientras que a otros les daba dinero para alejarse de sus territorios, llegando al peor momento en el año 885. cuando se produjo un nuevo Sitio de Paris.
Carlos III y el Sitio de Paris de 885
El Sitio de Paris por parte de los vikingos duró un año prácticamente, donde el rey Carlos III tendría la intención de enfrentar a los sitiadores militarmente, pero terminaría pagando el rescate a los vikingos para que acabaran con el ataque.
Esta forma de solucionar el problema le granjeó numerosas enemistades, sobre todo por parte de la nobleza, quienes veían en Carlos III un rey cobarde, incapaz y que sería depuesto en el año 887, muriendo al año siguiente en 888.