Por mucho tiempo pasó desapercibido en la Biblioteca Estatal de Hamburgo, el fragmento más antiguo del Evangelio de la Infancia de Tomás del siglo IV o V, en el que se cuentan diferentes episodios de la infancia de Jesús, ya que había sido confundido con un documento personal.
El texto se escribió en griego en un papiro, que contiene 13 líneas y estas a su vez, poseen unas 10 letras por línea, entre las que se reconoció la palabra Jesús.
Los especialistas se percataron de la importancia del documento cuando compararon su contenido con otros papiros digitalizados, observando que era el evangelio que cuenta la infancia de Jesús.
La letra descuidada del papiro hace creer que era un ejercicio para aprender a escribir, probablemente en una escuela o un monasterio.
Aunque las historias contadas en este libro no aparecen en la Biblia, las historias han sido muy populares desde la antigüedad y la Edad Media, sobre todo el episodio en que el niño Jesús da vida a unos pájaros hechos de arcilla.