En la antigua China, como parte de su tradición y con el objetivo de promover un desarrollo integral en los estudiantes, se los instruía para que dominaran seis disciplinas prácticas conocidas como ‘Seis Artes‘. Éstas eran:
- Ritos
- Música
- Arquería
- Carreras de carros
- Caligrafía
- Matemáticas
El estudio de los ritos y la música daba a los estudiantes sentido de dignidad y armonía.
En el caso de los ritos, se incluían todos aquellos practicados en las ceremonias de sacrificio, los funerales y los ejercicios militares, siendo importantes porque con ellos se aprendía la cortesía, imprescindibles para modelar la solidaridad y el respeto a las buenas costumbres.
En el caso de los conductores de los carros de caballos, su importancia radica en la combinación entre el intelecto y la fuerza física.
Finalmente, la caligrafía se utilizaba para atemperar la agresividad y la arrogancia, en tanto que las matemáticas facilitaba la agilidad mental.
Se consideraba que, aquellos estudiantes que dominaban estas seis artes, habían alcanzado la perfección.
Esta tradición tiene sus raíces en las enseñanzas confucianas y puede establecerse cierto paralelismo con el concepto existente en Occidente durante el Renacimiento, descrito por Baldassare Castiglione en su obra ‘Il Cortegiano’.
Los elementos morales, físicos y sociales de la enseñanza y la educación imperante en los tiempos antiguos, se consideran igualmente válidos en la actualidad.