En el oasis de Khaybar al noreste de Arabia Saudita, se ha descubierto la ciudad amurallada de Al-Natha, que tiene unos 4.000 años de antigüedad y que, a pesar de no ser tan grande y majestuosa como las ciudades de Egipto y Mesopotamia, el lugar revela un dinamismo importante que hace de bisagra entre el periodo nómada y las primeras manifestaciones de sedentarismo.
Se estima que la ciudad llegó a albergar unos 500 habitantes distribuidos en unas 2,6 hectáreas, con un barrio central, lugares residenciales, un cementerio y una muralla que alcanza los 14,5 kilómetros.
Este descubrimiento devela que las pequeñas ciudades de la zona estaban conectadas entre sí en la llamada «Ruta del Incienso», que conectaba comercialmente el sur de Arabia con el Mediterráneo, en un comercio que poseía productos como la mirra, el incienso y las especias.