Diodoro Sículo fue el historiador antiguo que registró con mayor detalle las guerras de los diádocos, los sucesores de Alejandro Magno que se disputaron el imperio tras su muerte en 323 a.C. Su obra monumental, la Biblioteca Histórica, dedica los libros 18 a 21 a este período crucial de la historia helenística, proporcionando el relato más completo que ha llegado hasta nosotros sobre Ptolomeo, Seleuco, Antígono, Lisímaco y otros.
Sin embargo, Diodoro no es simplemente un cronista neutral: era un historiador con un propósito específico, escribiendo siglos después de los eventos que describe, con fuentes que reflejaban las perspectivas de los propios diádocos. Comprender a Diodoro como fuente es fundamental para entender los diádocos mismos.
Este artículo analiza cómo Diodoro retrata a cada diadoco, qué información es históricamente verificable, qué es cuestionable, y por qué sigue siendo la fuente primaria más importante para este período. Para cualquiera que investigue sobre los diádocos, leer a Diodoro es obligatorio; comprender sus sesgos, prejuicios y método historiográfico es igualmente esencial.
Diodoro Sículo: historiador de la antigüedad tardía
Diodoro Sículo nació alrededor de 90 a.C. en la ciudad de Agyrium, en Sicilia. Vivió durante los últimos años de la República Romana y fue testigo de la transformación de Roma en imperio bajo Augusto. Escribió su Biblioteca Histórica (Bibliotheca Historica) entre aproximadamente 60 y 30 a.C., lo que significa que escribía más de 250 años después de la muerte de Alejandro Magno. Esta distancia temporal es crucial: Diodoro no fue testigo de los eventos que describe, sino que dependió completamente de historiadores anteriores, principalmente de Hierónimo de Cardia, quien sí fue contemporáneo de los diádocos.
La Biblioteca Histórica es una obra ambiciosa que cubre la historia mundial desde la mitología antigua hasta los tiempos de Julio César, aunque solo porciones han sobrevivido hasta nuestros días. Para el período de los diádocos (323-301 a.C., aproximadamente), Diodoro dedica los libros 18 a 21 a un relato detallado de las guerras de sucesión, batallas clave y retratos de los principales personajes. Su objetivo declarado era proporcionar un relato coherente y comprensible de la historia universal, accesible a un lector cultivado romano.
Lo que distingue a Diodoro entre los historiadores antiguos es su intención de ser sistemático y exhaustivo. A diferencia de Plutarco, quien escribió biografías selectivas de personajes destacados, Diodoro intentó una historia continua que cubriera todos los eventos significativos. A diferencia de otros historiadores, intentó evaluar críticamente sus fuentes, aunque con éxito limitado por los estándares modernos. Esta combinación lo hace invaluable: tenemos acceso al relato más completo del período de los diádocos que sobrevivió de la antigüedad.
El método historiográfico de Diodoro: fuentes y limitaciones
Diodoro no fue historiador de campo. Para los diádocos, dependió fundamentalmente de un historiador anterior: Hierónimo de Cardia. Hierónimo fue soldado, general y ministro al servicio de varios diádocos (particularmente Antígono y Eumenes). Estuvo presente en muchos eventos clave, participó en campañas militares y tuvo acceso a información privilegiada. Escribió su historia alrededor de 290 a.C., es decir, solo tres décadas después de que terminaron las principales guerras de los diádocos. Diodoro consultó la obra de Hierónimo, probablemente junto con otros historiadores helenísticos (como Manetón para asuntos de Egipto) y tejió sus relatos en su propia narrativa.
El problema es que Hierónimo tenía su propio sesgo: fue partidario de Antígono el Tuerto y escribió con una perspectiva que reflejaba esa lealtad. Cuando Antígono perdió la batalla de Ipsos en 301 a.C., el proyecto imperial de reunificar el imperio de Alejandro falló. Hierónimo, escribiendo después de esta derrota, probablemente justificó las acciones de Antígono mientras minimizaba o criticaba a sus rivales. Diodoro, a su vez, no siempre fue consciente de estos sesgos. Como historiador de la antigüedad tardía, tendía a aceptar sus fuentes más o menos como estaban, aunque ocasionalmente señalaba discrepancias o dudas.
Otro problema crucial es que Diodoro escribía para una audiencia romana. Para el siglo I a.C., el mundo helenístico había terminado hace más de dos siglos: Roma había conquistado Egipto, Siria, Macedonia y el resto. Diodoro escribía con conocimiento de este resultado final. Esto afectó su narrativa: sabía que Ptolomeo y la dinastía Ptolemaica durarían 300 años, mientras que el imperio seleúcida se fragmentaría. Aunque Diodoro intenta mantener una narrativa histórica, es inevitable que el conocimiento del resultado influyera en cómo presentó los eventos iniciales.
Los diádocos retratados por Diodoro: un análisis crítico
Ptolomeo I Sóter: el estratega pragmático
Diodoro retrata a Ptolomeo como un general competente y astuto, pero no como el protagonista central de la historia de los diádocos. Esto es significativo, porque Ptolomeo logró la dinastía más duradera y el reino más estable, pero en la narrativa de Diodoro ocupa un segundo plano. La razón probablemente es que Hierónimo, su fuente principal, era más cercano a Antígono y dedicó más atención a su figura. Cuando Diodoro describe a Ptolomeo, lo presenta como alguien que actúa pragmáticamente: asegura Egipto como sátrapa, evita involucrarse demasiado en conflictos iniciales y juega diplomacia.
Un momento crucial en el relato de Diodoro es cuando Ptolomeo intercepta el cuerpo de Alejandro. Diodoro describe este evento como un acto de inteligencia estratégica: Ptolomeo entendía que el cuerpo de Alejandro, reverenciado como semidiós, sería un símbolo de poder extraordinario. Al trasladarlo a Alejandría en lugar de permitir que fuera a Macedonia, Ptolomeo consolidó su control sobre Egipto con una legitimidad religiosa sin igual. Diodoro narra esto no como robo sino como una decisión política calculada.
Sin embargo, Diodoro dedica menos espacio a Ptolomeo que a otros diádocos. Sus campañas militares son descritas brevemente y su estrategia de consolidación es mencionada pero no analizada en profundidad. Esto contrasta con la atención que Diodoro dedica a Antígono y sus ambiciones de reunificación. La interpretación moderna es que Diodoro, a través de Hierónimo, reflejaba una perspectiva donde la búsqueda de poder total (Antígono) era más «dramática» que la consolidación tranquila (Ptolomeo).
Seleuco I Nicátor: el conquistador expansionista
Diodoro retrata a Seleuco como un general militar excepcional, quizás el más capaz de los diádocos en términos de capacidad marcial pura. Describe sus campañas en Asia Central, su expansión sistemática hacia el este y sus victorias en batalla. En el relato de Diodoro, Seleuco es presentado como ambicioso pero capaz, nunca descuidado o temerario. Sus acciones son descritas con cierta admiración por su energía y visión estratégica.
Un punto importante es cómo Diodoro maneja la batalla de Ipsos (301 a.C.), donde Seleuco juega un papel decisivo. Diodoro describe a Seleuco como el aliado crucial de Lisímaco y Ptolomeo contra Antígono, pero también enfatiza que Seleuco obtuvo la mayor cantidad de territorio en el resultado final. Esto sugiere que Diodoro reconocía que Seleuco era el verdadero ganador político de Ipsos, aunque militarmente fue Antígono quien sufrió la derrota total.
Sin embargo, Diodoro dedica menos atención a cómo Seleuco gobernaba sus territorios conquistados. Su descripción se enfoca en conquista y batallas, menos en administración. Para el estudiante moderno, esto significa que la Biblioteca Histórica es excelente para entender la estrategia militar de Seleuco, pero menos informativa sobre cómo consolidó su imperio vastísimo.
Antígono el Tuerto: el ambicioso derrotado
Diodoro dedica más espacio a Antígono que a cualquier otro diádoco, lo que refuerza la teoría de que Hierónimo, como oficial de Antígono, influyó significativamente en la narración. Antígono es retratado como un militar brillante, audaz y con una visión clara: quería reunificar el imperio de Alejandro bajo un solo gobernante (él mismo). Su estrategia es presentada como coherente y racional, no como la locura de un ambicioso demente.
Lo que es notable es cómo Diodoro maneja la derrota de Antígono en Ipsos. Describe la batalla en detalle, enfatiza la traición de Lisímaco y Seleuco que se aliaron contra él y presenta a Antígono como un viejo general que murió luchando por su visión. Diodoro incluye un tono de cierta simpatía: aquí estaba un hombre que había logrado tanto, que casi reunificó el imperio, pero fue derrotado por la conspiración de sus rivales. Esta presentación sugiere que Hierónimo (y por lo tanto Diodoro) simpatizaba con Antígono, aunque reconocía su derrota como definitiva e inevitable.
Uno de los puntos más interesantes es cómo Diodoro trata los rivales de Antígono. Los describe como coordinados contra él, lo que refuerza la narrativa de que Antígono era tan poderoso que fue necesaria una alianza para detenerlo. Esto puede ser historiográficamente problemático: ¿fue Antígono realmente una amenaza tan grande, o Diodoro/Hierónimo lo presentan así para justificar por qué fue necesaria una coalición para derrotarlo?
Lisímaco: el soldado conservador
Lisímaco es retratado por Diodoro como un militar competente pero menos imaginativo que Antígono o Seleuco. Su estrategia es descrita como defensiva y conservadora: mantener su territorio en Tracia y Asia Menor, formar alianzas cuando es necesario y evitar riesgos innecesarios. Diodoro presenta a Lisímaco como el diádoco que eligió la consolidación sobre la expansión, lo que lo hace parecer más prudente que audaz.
Lo que es notable es que Diodoro registra relativamente poco sobre la administración de Lisímaco de sus territorios. En cambio, se enfoca en sus campañas militares y alianzas políticas. Para los estudiosos modernos, esto significa que la Biblioteca Histórica proporciona información sobre cómo Lisímaco navegó las guerras de los diádocos, pero menos sobre cómo gobernaba su reino en tiempos de paz.
Otros diádocos: Crátero, Antípatro, Pérdicas
Diodoro dedica considerablemente menos espacio a otros diádocos como Crátero, Antípatro y Pérdicas, aunque estos fueron figuras importantes en las fases iniciales de las guerras de sucesión. Crátero es descrito como un general respetado pero que fracasó en la política. Antípatro es retratado como un regente competente en Macedonia, pero su rol en las guerras de los diádocos es minimizado (probablemente porque murió relativamente temprano en el conflicto). Pérdicas es presentado como inefectivo, un regente original que perdió el control rápidamente.
Este sesgo en la selección de quién recibe atención es importante: Diodoro/Hierónimo se enfocó en los diádocos que ganaron (Ptolomeo, Seleuco) y en el que casi gana (Antígono). Los perdedores tempranamente reciben menos narrativa. Esto refleja un prejuicio historiográfico comprensible (los ganadores importan más), pero distorsiona nuestra comprensión de la complejidad política del período.
Fiabilidad histórica: qué verifica la arqueología y qué es cuestionable
Lo verificado arqueológicamente
Numerosos eventos descritos por Diodoro han sido confirmados por evidencia arqueológica, numismática (monedas) e inscripciones. Las batallas clave como Ipsos (301 a.C.) son documentadas en múltiples fuentes. Los territorios asignados a cada diadoco en los tratados de paz (como el que siguió a Ipsos) son corroborados por monedas y sellos que indican control territorial. La fundación de nuevas ciudades y la administración territorial son confirmadas por restos arqueológicos.
La cronología general de Diodoro también ha demostrado ser relativamente confiable. Los años en que ocurrieron eventos principales, según Diodoro, coinciden en general con fechas derivadas de otras fuentes antiguas y de cálculos astronómicos modernos (como eclipses mencionados en fuentes antiguas).
Lo cuestionable o debatido
Sin embargo, hay aspectos donde los historiadores modernos cuestionan o revisan a Diodoro. Las motivaciones psicológicas que Diodoro atribuye a personajes históricos a menudo reflejan convenciones historiográficas de su época, no necesariamente lo que los diádocos realmente pensaban. Las cifras de fuerzas militares mencionadas en batallas son frecuentemente sospechosamente redondas (10.000 hombres, 50.000 hombres) y probablemente exageradas o redondeadas.
Además, Diodoro a menudo simplifica conflictos complejos en narraciones lineales. La política de los diádocos fue extraordinariamente fluida: alianzas se formaban y rompían, objetivos cambiaban, la información era inconsistente. Diodoro tiende a presentar una narrativa más limpia y coherente de lo que probablemente fue la realidad confusa del momento.
Particularmente cuestionables son los discursos que Diodoro atribuye a personajes históricos. En la tradición historiográfica antigua, los historiadores frecuentemente componían discursos basados en lo que pensaban que alguien habría dicho, no en citas verbales. Estos discursos nunca deben ser tomados como palabras exactas, sino como interpretaciones historiográficas.
Diodoro versus otras fuentes: Plutarco, Estrabón y fragmentos de Hierónimo
Para los diádocos, tenemos varias fuentes antiguas y comparar cómo cada una los retrata es instructivo. Plutarco escribió Vidas Paralelas, que incluye biografías de algunos diádocos (aunque en menor medida que sus biografías de figuras anteriores). Plutarco se enfocó en los rasgos de carácter y anécdotas personales, mientras que Diodoro se enfocó en eventos políticos y militares. Para el mismo evento, Plutarco y Diodoro pueden dar relatos que enfatizan aspectos diferentes.
Estrabón, geógrafo del siglo I a.C., proporcionó información sobre cómo los diádocos dividieron territorios y organizaron reinos. Su descripción geográfica de los reinos helenísticos es útil para entender las consecuencias territoriales de las guerras de los diádocos, aunque Estrabón no fue principalmente un historiador de este período.
Algunos fragmentos de Hierónimo de Cardia han sobrevivido en fuentes posteriores. Cuando comparamos estos fragmentos con lo que Diodoro escribió sobre Hierónimo, podemos ver cómo Diodoro seleccionó, resumió, e interpretó sus fuentes. Esto nos permite ser más críticos con Diodoro: ¿fue fiel a Hierónimo o lo distorsionó?
La conclusión es que Diodoro proporciona el relato más completo del período, pero debe ser leído críticamente y comparado con otras fuentes cuando sea posible. Ningún historiador antiguo es completamente confiable; todos reflejan los prejuicios de su época y de sus fuentes.
La Biblioteca Histórica como fuente para investigadores: cómo usarla
Para alguien que investiga sobre los diádocos, la Biblioteca Histórica de Diodoro es indispensable, pero requiere un uso cuidadoso. Aquí están algunas guías prácticas:
Qué confiar en Diodoro
Confía en la cronología general de eventos, en los nombres de personajes principales y sus roles generales (Ptolomeo fue sátrapa de Egipto, etc.). Confía en la descripción general de batallas principales y resultados; en que los territorios finales asignados a cada diádoco (después de Ipsos) son relativamente precisos y en las anécdotas que ilustran el carácter político de personajes, siempre que sean plausibles y confirmadas por otras fuentes.
Qué revisar críticamente
Revisa críticamente las cifras de fuerzas militares pues probablemente sean exageradas; los discursos atribuidos a personajes que no son citas exactas; las motivaciones psicológicas que Diodoro atribuye porque pueden reflejar más sus prejuicios que la realidad y las narraciones que presentan un bando claramente como «bueno» y otro como «malo» porque la realidad fue probablemente más gris.
Comparación con otras fuentes
Cuando Diodoro dice algo importante, compáralo con Plutarco, Estrabón, o inscripciones antiguas si están disponibles. Si Diodoro es la única fuente, sé consciente de que puede ser incompleto o parcial. Si múltiples fuentes coinciden, entonces tienes mayor confianza en la información.
Cómo Diodoro retrata a los principales diádocos
| Diádoco | Retrato por Diodoro | Énfasis | Posible Sesgo |
|---|---|---|---|
| Ptolomeo I Sóter | Estratega pragmático, astuto | Diplomacia, consolidación | Menos atención que merece (sesgo de Hierónimo) |
| Seleuco I Nicátor | Conquistador militarmente brillante | Campañas, expansión | Menos sobre administración |
| Antígono el Tuerto | Ambicioso audaz, casi triunfa | Liderazgo, visión, derrota | Mayor simpatía (sesgo de Hierónimo) |
| Lisímaco | Conservador prudente | Alianzas, defensa | Minimización de logros |
| Crátero | General competente, fracaso político | Batallas iniciales | Menos atención (fracaso temprano) |
| Antípatro | Regente competente en Macedonia | Control doméstico | Minimización de rol en diádocos |
| Pérdicas | Regente inefectivo | Fracaso inicial | Presentado como débil |
Bibliografía: fuentes sobre Diodoro y los diádocos
Fuentes primarias:
- Diodoro Sículo. Biblioteca Histórica, Libros 18-21. Traducción y edición de Francisco Parellada (Gredos).
- Plutarco. Vidas Paralelas. Incluye biografías de varios diádocos.
- Estrabón. Geografía, Libro XVII. Descripción geográfica de los reinos helenísticos.
Estudios académicos modernos:
- Worthington, Ian. By the Spear: Philip II, Alexander the Great, and the Rise and Fall of the Macedonian Empire. Oxford University Press, 2014.
- Heckel, Waldemar. The Successors of Alexander the Great. Osprey Publishing, 1992.
- Green, Peter. Alexander to Actium: The Historical Evolution of the Hellenistic Age. University of California Press, 1990.
- Bosworth, A. B. The Legacy of Alexander: Politics, Warfare, and Soldiery in the East. Oxford University Press, 2002.
- Waterfield, Robin. Dividing the Spoils: The War for Alexander the Great’s Empire. Oxford University Press, 2011.
- Seibert, Jakob. Das Zeitalter der Diadochen. Akademie Verlag, 1983. (En alemán, pero es el estudio más completo)
Análisis historiográfico:
- Marincola, John. Authority and Tradition in Ancient Historiography. Cambridge University Press, 1997. Incluye análisis del método de Diodoro.
Explora más sobre el periodo helenístico y los díadocos en Red Historia
- Alejandro Magno: biografía del gran conquistador.
- Los diádocos: los sucesores de Alejandro Magno.
- Ptolomeo I Sóter: fundador del imperio Ptolemaico
- Seleuco I Nicátor: el conquistador de Asia
- Antígono el Tuerto: la ambición reunificadora
- Lisímaco: diplomacia y consolidación
- La batalla de Ipsos (301 a.C.): el punto de quiebre
- Vidas Paralelas de Plutarco: biografías de los diádocos
- El periodo helenístico.
Preguntas frecuentes sobre Diodoro y los diádocos
¿Cuándo escribió Diodoro su Biblioteca Histórica y cuánto tiempo después de los diádocos?
Diodoro escribió su Biblioteca Histórica entre aproximadamente 60 y 30 a.C., lo que significa que escribía más de 250 años después de que terminaran las principales guerras de los diádocos (que ocurrieron entre 323 y 301 a.C.). Esta distancia temporal significa que Diodoro no fue testigo de los eventos que describe y dependió completamente de historiadores anteriores, principalmente de Hierónimo de Cardia. Esta dependencia de fuentes secundarias es importante para evaluar la confiabilidad de su relato.
¿Quién fue Hierónimo de Cardia y por qué es importante para entender a Diodoro?
Hierónimo de Cardia fue un historiador y oficial militar que vivió durante el período de los diádocos (aproximadamente 364-260 a.C.). A diferencia de Diodoro, fue contemporáneo de los eventos que relata: participó en campañas militares, fue ministro al servicio de varios diádocos (particularmente Antígono), y tuvo acceso a información privilegiada. Escribió su historia alrededor de 290 a.C., solo tres décadas después de que terminaron las principales guerras. Diodoro basó su relato de los diadocos principalmente en la obra de Hierónimo, a menudo copiándolo o parafraseándolo directamente. Por lo tanto, entender que Diodoro está esencialmente transmitiendo el relato de Hierónimo, con todos sus sesgos y perspectivas, es crucial para evaluar críticamente lo que leemos.
¿Tiene Diodoro sesgos en su retrato de los diádocos?
Sí, definitivamente. Diodoro dedica más espacio a algunos diádocos que a otros, lo que refleja los prejuicios de Hierónimo y su propia selección editorial. Antígono el Tuerto recibe considerablemente más atención que otros diádocos, probablemente porque Hierónimo fue leal a Antígono y escribió con simpatía hacia sus objetivos. Ptolomeo, aunque logró la dinastía más duradera, recibe menos narrativa de la que podría esperarse. Estos sesgos no significan que Diodoro sea completamente poco confiable, pero sí significa que debemos leer críticamente, reconociendo que ciertos personajes reciben más atención favorable que otros.
¿Cuál es la confiabilidad histórica general de Diodoro?
La confiabilidad de Diodoro es moderadamente alta para los eventos políticos y militares principales, pero varía según el tipo de información. La cronología general de eventos es relativamente confiable y ha sido confirmada por múltiples fuentes. Los nombres de personajes principales y sus roles generales son confiables. Las descripciones generales de batallas y sus resultados son confiables. Sin embargo, las cifras específicas de fuerzas militares son frecuentemente exageradas. Los discursos atribuidos a personajes no deben considerarse citas exactas. Las motivaciones psicológicas y los juicios morales reflejan la perspectiva de Diodoro y Hierónimo, no necesariamente la realidad. Para información crítica, comparar a Diodoro con otras fuentes cuando sea posible es recomendable.
¿Cómo se compara Diodoro con Plutarco para entender a los diádocos?
Diodoro y Plutarco proporcionan tipos diferentes de información sobre los diádocos. Diodoro ofrece un relato cronológico continuo de eventos políticos y militares en orden, permitiendo al lector seguir la evolución de las guerras de los diádocos. Plutarco escribió biografías selectivas enfocadas en el carácter personal y anécdotas ilustrativas. Para Diodoro, la política es el enfoque; para Plutarco, el hombre. Para un estudiante que quiere entender la secuencia de eventos y la estrategia política de las guerras de los diádocos, Diodoro es más útil. Para alguien interesado en la personalidad y el carácter de individuos específicos, Plutarco puede ser más vivido. Idealmente, alguien investigando sobre los diádocos consultaría ambos autores.
¿Qué partes de la Biblioteca Histórica cubro específicamente los diádocos?
Los libros 18 a 21 de la Biblioteca Histórica de Diodoro cubren específicamente el período de los diádocos. El libro 18 comienza con la muerte de Alejandro Magno en Babilonia en 323 a.C. y cubre la división inicial del imperio entre los diádocos y los primeros conflictos. Los libros 19 y 20 cubren las principales guerras de los diádocos, incluidas las batallas clave y alianzas cambiantes. El libro 21 termina aproximadamente alrededor de 301 a.C., después de la batalla de Ipsos, que marcó el fin de la fase más intensiva de conflicto. Estos cuatro libros constituyen el relato más completo que ha llegado hasta nosotros sobre las guerras de los diádocos en su totalidad.
¿Qué información arqueológica ha confirmado lo que escribió Diodoro sobre los diádocos?
Múltiples tipos de evidencia arqueológica han confirmado información en Diodoro. Las monedas acuñadas por cada diadoco confirman su control territorial durante períodos específicos. Las inscripciones antiguas en piedra en ciudades han confirmado la fundación de nuevas ciudades por los diádocos según lo mencionado por Diodoro. Los relieves y artefactos encontrados en excavaciones han ilustrado estilos y tecnologías describidos en Diodoro. La cronología de eventos principales ha sido confirmada mediante cálculos astronómicos de eclipses mencionados en fuentes antiguas, que coinciden con los años que Diodoro asigna a los eventos. Sin embargo, no toda la información de Diodoro ha sido confirmada: algunos números y detalles específicos siguen siendo cuestionables.
¿Los discursos en Diodoro son palabras exactas de los diádocos?
No, definitivamente no. En la tradición historiográfica antigua, los historiadores frecuentemente componían discursos basados en lo que creían que alguien habría dicho en una circunstancia particular, no en citas exactas documentadas. Estos discursos deben entenderse como interpretaciones historiográficas de lo que el historiador pensaba que era el sentimiento o posición del personaje, no como registros verbatim de palabras reales pronunciadas. Diodoro sin duda hace esto, probablemente en base a convenciones historiográficas que él heredó de sus fuentes anteriores. Los lectores modernos deben tener cuidado de no citar estos discursos como si fueran palabras exactas de los diádocos.
¿Cuál es la mejor edición moderna de la Biblioteca Histórica en español?
Existen varias traducciones modernas de Diodoro en español. La edición más académica es la de la Editorial Gredos (traducida por Francisco Parellada), que incluye notas y comentarios extensos. Para acceso digital gratuito, algunos fragmentos están disponibles en las Bibliotecas Digitales Griega y Latina, aunque la cobertura es incompleta. En inglés, la traducción de la Loeb Classical Library es estándar en contexto académico. Para estudio serio de Diodoro y los diádocos, una edición con comentario académico es recomendable, ya que el texto antiguo puede ser denso y referencias a eventos históricos requieren contextualización.
¿Por qué Diodoro es más confiable sobre los diádocos que sobre otros períodos históricos?
Diodoro es relativamente más confiable sobre los diádocos porque su fuente principal, Hierónimo de Cardia, era contemporáneo de los eventos que describe. Para otros períodos históricos donde Diodoro dependía de fuentes más antiguas o menos confiables, la exactitud disminuye. La cercanía de Hierónimo a los eventos de los diádocos (escribiendo solo tres décadas después) proporciona una fuente más sólida que la que tenía Diodoro para períodos anteriores o posteriores donde las fuentes disponibles eran más lejanas en el tiempo o menos bien documentadas. Esto hace que los libros 18-21 de Diodoro sean entre sus obras más confiables, aunque todavía requieren lectura crítica.
