Un foso profundo que se extiende hasta unos 70 metros entre la zona sur de la ciudad de Jerusalén y la parte norte donde estaba el Palacio con el Templo, ha sido descubierto recientemente por investigadores de la Universidad de Tel Aviv.
El foso, que se construyó en la época que Jerusalén era la capital del Reino de Judá, se edificó como una obra monumental que demostró el poderío de los gobernantes de la ciudad.
Los investigadores también observan un uso estratégico para el foso, ya que gracias a esta construcción podían defender la ciudad desde la parte norte, debido a que era ese el único punto vulnerable que presentaba Jerusalén.