El tinte extraído del insecto kermes vermilio era extremadamente lujoso durante la Edad de Bronce y es muy difícil de encontrar para los arqueólogos modernos, por lo que el reciente descubrimiento en la Cueva de las Calaveras en Israel es muy importante para conocer esta técnica antigua de confección.
Los investigadores dataron el tinte con una ubicación temporal de la Edad de Bronce Medio, es decir entre los años 1954 al 1767 a.C.
Para la realización de un textil de estas características en aquella época, era necesario contar con mano de obra y aplicación de numerosos recursos, por lo que debió ser una prenda para alguien importante, lo que también se corrobora con el color rojo, que era símbolo de estatus y poder.