Aunque el mundo está poblado por el Homo sapiens, todavía no se conoce a cabalidad las rutas y maneras en que se expandieron por todo el mundo, aunque un nuevo estudio genético arroja luces sobre lo que sucedió hace aproximadamente 70 mil años, cuando en las mesetas de Persia junto a zonas de Turquía y Medio Oriente se convirtieron en el hogar de grandes grupos humanos que luego migraron a Eurasia, Europa, Oceanía y América.
El estudio multidisciplinario utilizó un enfoque múltiple para abordar el problema, en primer lugar se realizo un estudio de ADN que determinó la importancia de dicha migración de las mesetas persas, aunque dicha información fue corroborada con descubrimientos arqueológicos y paleoecología.
A excepción de los africanos modernos, la gran mayoría de la población mundial puede tener rastros de estos antiguos habitantes persas, lo que abre un abanico de posibilidades en el mundo de la investigación, tanto genética como arqueológica e histórica, descubriendo nuevas rutas, conociendo climas y pasajes favorables tanto para la exploración como el abastecimiento.