Biografía de Emiliano Zapata, ‘El Caudillo del Sur’

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

El Comandante en Jefe del Ejército Liberador del Sur, Emiliano Zapata, es una de las figuras más importantes de la historia de México, teniendo un papel destacado en la revolución mexicana y la idea de la repartición de tierras entre los campesinos.

“El Caudillo del Sur”, “El Atila del Sur” y la inspiración del movimiento conocido como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, que se haría mundialmente conocido aquel 1 de enero de 1994 de la mano del Sub Comandante Marcos.

Como todas las grandes figuras que han dejado alguna huella en el género humano, la figura de Emiliano Zapata está ligada a la leyenda.

Un ejemplo de ello se da cuando se produjo su asesinato, donde muchos pensaron que se trataba de algún error o una noticia falsa, llegando a señalar que Zapata aún vivía, que se había retirado de la vida pública, o que habría salido incluso del país dirigiéndose a lejanos destinos del planeta.

De igual forma, las razones por las que se enroló en el ejército u otros temas que han salido en los últimos tiempos, son parte de la leyenda levantada por este personaje revolucionario.

Vida de Emiliano Zapata

La infancia de Emiliano Zapata podría tener una gran incidencia en las acciones futuras del adulto revolucionario, ya que siendo un niño, presenciaría como los campesinos eran desocupados de las tierras que trabajaban, llenándole de preguntas e imaginando futuras acciones.

retrato emiliano zapata
Foto de Emiliano Zapata en 1914. Crédito: Dominio Público.

Emiliano Zapata nació el 8 de agosto de 1879 en el seno de una familia que había luchado en numerosas batallas en México, sirviendo su abuelo materno a las órdenes de José María Morelos, además de que sus tíos por parte de su padre habían luchado en la Guerra de Reforma y la intervención francesa, que colocaría al Segundo Imperio Mexicano al frente de los destinos políticos de México.

Sus padres fueron Gabriel Zapata y Cleofás Salazar, quienes morirían cuando Emiliano contaba 16 años, haciendo que tuviese que trabajar en el campo para alimentar a su familia. Había sido el noveno hijo de diez hermanos, pero deellos solo sobrevivieron cuatro.

Trabajaría como campesino desde muy joven, pero a diferencia de otros revolucionarios como Pancho Villa por ejemplo, si tendría algunos estudios desde la infancia y juventud.

Primeros pasos en el mundo militar y la política de Emiliano Zapata

Emiliano Zapata asistía a numerosas reuniones de campesinos, donde se discutía la problemática de la repartición de tierra, los despojos y otros problemas agrarios, como la defensa de sus tierras que provocarían varios problemas en su vida.

emiliano zapata estatua ecuestre
Estatua de Emiliano Zapata en Toluca, México. Crédito: Depositphotos.

Así, en 1908 sería incorporado al 9 regimiento de caballería, donde conocería a figuras importantes tanto de la política nacional como de su propia vida, como el yerno de Porfirio Díaz, José Ignacio de la Torre y Mier.

En 1909 comenzarían sus primeras incursiones en la política, apoyando la candidatura de Patricio Leyva en el estado de Morelos y luego sería nombrado el jefe de la Junta de Defensa de las Tierras de Anenecuilco, Villa de Ayala y Moyotepec, donde revisaría los títulos de propiedad de las tierras.

Aquí vería como los hacendados y grandes empresas despojarían a campesinos, indígenas y personas pobres de sus terrenos gracias al apoyo de la ley Lerdo, la cual, al obligar a quien tuviese tierras improductivas a venderlas, los grandes hacendados tomaron territorios comunes de las comunidades donde no se hacía ninguna actividad productiva.

Esto permitiría que Emiliano Zapata conociera mejor la situación de muchos campesinos y como habían sido despojados por numerosos hacendados, realizando algunas acciones por su cuenta como la recuperación de la Hacienda El Hospital en 1910, que lo llevaría a ser llamado bandolero, perseguido por la policía y viviendo como un fugitivo.

Emiliano Zapata en los comienzos de la Revolución Mexicana

Cuando en 1910 Porfirio Díaz buscaría la reelección para continuar un período presidencial más del Porfiriato, Francisco I Madero se levantó en armas proclamando el Plan de San Luis, muchos revolucionarios le siguieron y se levantaron con él, destacándose la efigie de Pancho Villa.

Sin embargo, Emiliano Zapata no sentía confianza de dicho plan ni de las promesas de distribución de tierras, razón por la cual no se uniría al movimiento en aquel entonces.

A pesar de esto, es difícil deslingarse del huracán revolucionario, sobretodo cuando la gran mayoría de las personas deciden formar parte de él y fue así como Emiliano Zapata en 1911 sería nombrado Coronel por Pablo Torres, quien fue el encargado del movimiento en Morelos donde estaba Zapata. Una vez allí se convertiría en el “Jefe Supremo del Movimiento Revolucionario del Sur”.

ejercito de emiliano zapata
Fuerzas surianas que combatieron al gobierno del general Porfirio Díaz, en el estado de Morelos, a las órdenes de Emiliano Zapata. Crédito: Dominio Público

Cuando Porfirio Díaz renuncia al poder y las huestes revolucionarias entran en Ciudad de México, Francisco I Madero sería el nuevo presidente y Zapata esperaba que cumpliera sus compromisos de repartición de tierras.

Sin embargo, muy pronto se daría cuenta que esto era imposible esperarlo de Madero y por este motivo proclamaría el Plan de Ayala, donde desconocía a Madero como presidente y buscaría la distribución equitativa de tierras al lado de indígenas, campesinos y la gente que había sido despojada y olvidada por el poder político de México.

Zapata en la revolución mexicana

Cuando los hechos de la Decena Trágica se suscitaron en 1913, el gobierno de Victoriano Huerta buscó infructuosamente acabar con el movimiento de Zapata, lo que provocaría el esfuerzo de fortalecerse en Morelos, determinando una acción defensiva más que ofensiva que duraría la mayor parte del período de la revolución mexicana.

Cuando la traición de Huerta se consumó y tomó el poder, los caudillos revolucionarios Pancho Villa, Emiliano Zapata, Venustiano Carraza y Álvaro Obregón, se levantarían en armas contra el usurpador, luchando contra el ejército y manteniendo hasta cierto puno una unión mientras luchaban contra un enemigo común, aunque era evidente que había grandes discrepancias entre los cuatro.

Aguascalientes, ruptura con los constitucionalistas y alianza con los villistas

Una vez vencido Victoriano Huerta con la entrada triunfante de Pancho Villa y Emiliano Zapata en la Ciudad de México, sería necesario que los cuatro hombres se reunieran para definir las medidas políticas a tomar, siendo los cuatro convocados a la Convención de Aguascalientes en donde la ruptura entre los constitucionalistas (Carraza y Obregón) y la alianza con Pancho Villa se hiciera evidente.

En 1914, Pancho Villa y Emiliano Zapata entrarían en la Ciudad de México donde se produciría aquella icónica foto en que aparecen los dos caudillos sonrientes y Pancho Villa está sentado en la silla presidencial.

pancho villa y emiliano zapata ciudad de mexico
Gral. Tomás Urbina, Pancho Villa y Emiliano Zapata, icónica foto de la Revolución Mexicana, 1914. Crédito: Dominio Público.

Sin embargo, la alegría y la alianza durarían poco tiempo ya que la ambición de Villa haría que Zapata se retirara nuevamente a Morelos, donde establecería la paz de aquel territorio y promovería sus medidas agrarias.

Este período de paz y estabilidad en Morelos sería terminado cuando en 1916, el gobierno de Carranza tomaría el cuartel general de Zapata, lo que provocaría la reactivación de la guerra de guerrillas, retomando Zapata el control nuevamente en enero de 1917.

La muerte física de Emiliano Zapata y el nacimiento de la leyenda

En 1917, el gobierno se daría cuenta de dos cosas: primero que Zapata seguía siendo fuerte con las armas y segundo, esa fortaleza representaba un peligro para el gobierno, por lo que el gobierno carranzista buscaría atraer a Zapata a una emboscada para asesinarlo.

La trampa se produciría cuando convencieron a Emiliano Zapata de asistir a una hacienda en un encuentro secreto con personas del gobierno, donde le entregarían armas y municiones para pasarse a su bando.

Una vez entró Emiliano con su comitiva, fueron acribillados sin piedad, fotografiando el cadáver y mostrándolo a la población. Era el 10 de abril de 1910.

Muchos dudaron de la muerte del líder campesino. Se tejieron un millón de historias alrededor de su figura y su desaparición, pero algunos compañeros de armas dieron el visto bueno al cadáver del fallecido, dejando claro que aquel cuerpo si pertenecía a Emiliano Zapata, “El Caudillo del Sur”.

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