Los restos de una hembra neandertal descubierta en el Kurdistán iraní en el año 2018, han sido reconstruidos facialmente, permitiendo los investigadores percatarse de que las diferencias anatómicas en cuanto a la forma del cráneo de ambas especies, apenas eran perceptibles y no tan notables como se pensó anteriormente.
La neandertal que ha sido reconstruida se conoce como Shanidar Z, debido a que sus restos se descubrieron en la cueva Shanidar, un lugar en donde los neandertales acostumbraron a enterrar a sus muertos.
Se piensa que la hembra neandertal falleció luego de que una piedra aplastara su cabeza, lo que permitió que el cráneo se aplastara de la forma en que se encontró en 2018.
Para reconstruirlo, los investigadores sacaron todos los restos óseos de Shanidar Z, le aplicaron una especie de líquido similar al pegamento para fortalecer los restos del cráneo, y permitir su análisis en el laboratorio de la Universidad de Cambridge.
Cada fragmento del cráneo fue unido manualmente por la Dra. Lucia López Polín, quien tuvo una idea muy clara de la cabeza del neandertal, luego de unir los casi 200 fragmentos de huesos del cráneo.
Al tener listo la unión de los fragmentos se procedió a escanear en 3D, para luego sacar una imagen aproximada de cómo pudo lucir Shanidar Z, cuando aún estaba con vida.