Mosaicos pertenecientes a la época romana han salido a la luz durante las excavaciones realizadas en Amasya, situada en la costa del Mar Negro de Turquía.
Aunque todos ellos coinciden en tener inscripciones griegas, muestran diferentes decoraciones. En uno de los mosaicos se incluye un diamante y otros se encuentran decorados con manzanas, aves y diseños geométricos. Al haber demasiadas representaciones naturales en ellos, los investigadores piensan que no fueron creados con un fin en particular.
Un mosaico de 20 metros cuadrados muestra la calidad del trabajo con el que se hizo en el pasado. Cada pieza de piedra o tesela ha sido cortada en forma rectangular o prismática que unidas unas con otras han compuesto el fabuloso mosaico.
Los mosaicos se enviarán al Museo de Amasya ya que revelan un rico potencial del lugar.