Representantes de 73 museos y herbarios de todo el mundo alertan sobre la necesidad de analizar estos datos y hacerlos accesibles en un artículo que publican este jueves en la revista Science.
Para este trabajo, han investigado la situación de las infraestructuras científicas dedicadas a las colecciones de historia natural y detectado que en los 73 museos más grandes del mundo se custodian más de 1.100 millones de objetos.
Estas colecciones están atendidas por un total de 4.500 personas dedicadas a la investigación y 4.000 voluntarios. La mayor parte de la información de estas colecciones no está disponible o se desconoce.
De hecho, solo el 16 % de los objetos están digitalizados y apenas el 0,2 % dispone de registros genéticos.
Los autores también destacan que, pese al enorme tamaño de las colecciones, todavía se conoce muy poco de áreas como los trópicos, las regiones polares o los sistemas marinos, zonas en las que se debería aumentar el esfuerzo investigador.
Asimismo, reconocen que la concentración de museos de historia natural en Norteamérica y Europa, debido al pasado colonial, es una barrera para compartir el conocimiento que perpetua los desequilibrios de poder. En el futuro es crucial que esa colección global refleje y de apoyo a los museos del resto del planeta.
Pese a su relevancia, la información de las colecciones es poco accesible y además está en riesgo.
En primer lugar, por la falta de inversión en infraestructuras y personas expertas que las custodien, pero también por accidentes como los fuegos que destruyeron museos como el de Rio de Janeiro (Brasil) o Nueva Delhi (India), o conflictos armados como el de Ucrania donde en octubre de 2022 un misil alcanzó el Herbario Nacional.
Actualmente el impacto de las colecciones es limitado por la dificultad que existe para acceder a ellas y por la falta de personal e infraestructuras que posibiliten una coordinación global.
Lograr desarrollar una infraestructura científica global sería un enorme apoyo para buscar soluciones.