Un equipo multidisciplinar danés ha realizado un descubrimiento en un antiguo asentamiento en la zona sur de Jordania que revela que los fallecidos no fueron enterrados hasta que sus restos no se hubieran descompuesto por la acción del tiempo.
Moritz Kinzel, investigador del Departamento de Estudios Interculturales y Regionales de la Universidad de Copenhague, destacó que muchos de los huesos pertenecen a diferentes personas y fueron enterrados juntos.
Lo más llamativo del caso es que las diferentes partes de los cuerpos fueron ordenadas y enterradas en fosas comunes, donde se encontraron los huesos ordenados por grupos, como si se tratase de alguna especie de ritual o de ofrenda. De momento continúan trabajando en la zona de Shkārat, donde hasta el momento han encontrado los esqueletos pertenecientes a más de 70 personas.
Otro aspecto que ha llamado mucho la atención del equipo de investigadores es que hay un inusual número de cuerpos de niños enterrados, los cuales van desde los más jóvenes bebés hasta adolescentes.
Según Kinzel, esto demuestra que por aquel entonces no existía un gran arraigo de enterrar los niños dentro de las casas como sí sucedía en otras zonas del propio país. Confirmó también que se habían descubierto otros tres nuevos enterramientos que albergan a al menos 10 niños y dos adultos, así como otros lugares en los que aún tienen que investigar.
También fueron descubiertos junto a los enterramientos humanos un gran número de huesos de animales entre los que se encontraban cabras, ovejas, zorros y alguna que otra ave, lo que ha resultado sorprendente porque no es normal hacer estos hallazgos.
Kinzel declaró que no se sabe si esta clase de entierros tienen algo que ver con ritualismo o ceremonias pero todo apunta a que hay alguna clase de comportamiento ritual asociado con ellos, aunque todavía hay que continuar investigando para obtener más información o poder tener varias hipótesis sobre este aspecto de este peculiar enterramiento.
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Otro punto a tener en cuenta de este descubrimiento es un ataúd fabricado en piedra, donde los cráneos de los fallecidos fueron yendo apilados en un lado y los huesos más largos del cuerpo en el otro extremo, haciendo si cabe más misterioso aún este descubrimiento del que todavía hay que investigar mucho.
Para ello se han tomado todas las medidas de seguridad posibles y algunos de los huesos descubiertos han sido llevados a Copenhague para que puedan ser estudiados en profundidad y se pueda conocer más sobre el estilo de vida que llevaron aquellas personas y cuál puede ser la poderosa razón de por qué los restos eran enterrados de esa manera.