España es el tercer país del mundo con más ciudades y monumentos Patrimonio de la Humanidad, sólo por detrás de Italia y China.
Cuenta con, ni más ni menos, que 15 ciudades declaradas por la UNESCO. Ellas son:
- Alcalá de Henares
- Ávila
- Baeza
- Cáceres
- Córdoba
- Cuenca
- Ibiza
- Mérida
- Salamanca
- San Cristóbal de La Laguna
- Santiago de Compostela
- Segovia
- Tarragona
- Toledo
- Úbeda
Y ahora con el verano en donde contamos con algo más de tiempo (además de un muy buen clima, ¿por qué no aprovechar para descubrir los tesoros que esconde cada una de ellas?
¿Cómo recorrerlas? La mejor forma es alquilar un coche, tanto para hacer diferentes rutas e ir de una a otra con total libertad, como para recorrer las islas al visitar Ibiza (Baleares) o San Cristóbal de La Laguna (Tenerife, Islas Canarias). Consultando la guía de Liligo sobre cómo alquilar un coche disfrutarás de nuestros recorridos sin ningún tipo de problema.
Patrimonio de Alcalá de Henares
A sólo 20 minutos de Madrid encontramos Alcalá de Henares, un lugar para adentrarnos en el Siglo de Oro de la mano de Miguel de Cervantes, quien nació en esta ciudad.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998, es obligatorio recorrer sus emblemáticos rincones comenzando, como no, por la Casa Natal de Cervantes situada en plena calle Mayor (de origen medieval) en donde se recrea el ambiente en el cual se crió el escritor.
Además, debemos recorrer la Universidad de Alcalá, fundada en el año 1499 por el Cardenal Cisneros y que representa un claro ejemplo de Renacimiento español.
El Corral de Comedias, el Museo Arqueológico Regional y la Catedral Magistral, construida en 1497 y de estilo gótico, son otros tres sitios que debemos descubrir, al igual que la Casa Hippolytus o las ruinas del Parque Arqueológico Complutum.
Claro que, todo esto lo debemos acompañar con su exquisita gastronomía en donde se destacan la sopa de ajo y los asados de cordero y cabrito.
Patrimonio de Ávila
Sin duda, la principal característica de Ávila es su impresionante muralla medieval, la cual rodea la ciudad y contiene 87 torreones y 9 puertas, lo que le hace el recinto amurallado urbano mejor conservado en todo el mundo.
Actualmente es posible recorrer 1.700 metros del adarve (de un total de 2.515), y es una visita imprescindible en esta ciudad.
En esta ciudad no sólo encontramos su muralla, sino que es imprescindible descubrir la Ávila Románica, con El Episcopio, la Catedral, el templo de San Pedro o Ntra. Sra. de la Antigua como grandes exponentes.
También la Ávila Palaciega que, como decía Azorín, “Ávila es, entre todas las ciudades españolas, la más del XVI”, conteniendo un enorme patrimonio que refleja el esplendor que tuvo la ciudad entre los siglos XV y XVI; o la Ávila Judía, en donde debemos ver la inscripción en la basílica de San Vicente en letra gótica en donde, según dice la tradición, está enterrado el judío que construyó la iglesia primitiva.
Para finalizar (aunque dejamos muchas cosas en el tintero), debemos seguir las huellas de Santa Teresa. De aquí era Santa Teresa de Jesús (Ávila, 28 de marzo de 1515), y en esta ciudad escribió una gran cantidad de sus textos.
Y, por supuesto, que un viaje a Ávila no puede realizarse sin probar alguno de los platos típicos abulenses, en donde destaca el Chuletón de ternera, aunque también debemos probar las Judías del Barco y las Temas de Santa Teresa.
Patrimonio de Baeza
Baeza, puerta de entrada a Andalucía, está situada en el centro de Jaén y su belleza la podremos apreciar desde la distancia cuando estemos llegando a ella, gracias a su inconfundible silueta en donde destaca la torre de su Catedral, una de las visitas obligadas junto con las Casas consistoriales, el Seminario de San Felipe Neri, la Casa Palacio de Rubín de Ceballos y, por supuesto, las puertas gemelas, la Puerta de Jaén y el Arco de Villalar, las que en su momento fueron el punto de acceso a la ciudad rodeada por murallas.
En Baeza también se destaca su pasado árabe. La Catedral se erige sobre una antigua mezquita, pero además entre los restos que aún permanecen de ese pasado, encontramos la Puerta de Úbeda y la Torre de los Aliatares.
Su gastronomía es otro de sus puntos fuertes, en donde encontraremos influencias romanas, judías, islámicas, moriscas y mudéjares. Algunos de sus platos típicos son el lomo de orza, pipirrana, ochíos (pan de aceite de oliva virgen extra, pimentón y matalahúva) y el célebre bacalao a la baezana.
Patrimonio de Cáceres
Cientos de rincones nos esperan en la ciudad vieja de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 por ser uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y el Renacimiento más completos del mundo.
Imperdibles son la Concatedral de Santa María o el Palacio de las Veletas, que actualmente es el Museo Provincial de Cáceres, como también la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella, la principal entrada al recinto amurallado.
Perderse en sus calles entre casas fuertes medievales y palacios renacentistas es obligatorio en esta ciudad, la que muestra orgullosa las huellas de todas aquellas culturas que pasaron por aquí, desde el neolítico en adelante, en donde se incluyen vetones (y los impresionantes verracos que aquí podemos encontrar), romanos, visigodos y almohades, entre otros.
Patrimonio de Córdoba
Decir Córdoba es decir la Mezquita-Catedral de Córdoba, uno de los monumentos más increíbles de todo el mundo y el más importante de todo el occidente islámico.
En ella podemos encontrar la evolución completa del estilo Omeya en el país, así como los estilos cristianos gótico, renacentista y barroco.
Su ubicación es la historia de un lugar que siempre fue dedicado al culto. Aquí se construyó la basílica de San Vicente por los Visigodos, sobre la cual se edificó la primera mezquita, y tras la conquista por parte de Abderramán I, fue destruida para construirse la primera Mezquita Alhama, aunque en su interior podemos encontrar restos de cada una de las anteriores.
Pero Córdoba no es sólo la Mezquita. También es sinónimo de “patios”. Los patios de Córdoba tienen fama mundial, y si bien en la primera quincena de mayo de cada año es cuando podemos apreciarlos todos en su máximo esplendor gracias al Festival de los Patios Cordobeses, durante todo el año es posible visitar algunos de ellos.
Sin embargo, Córdoba es una ciudad que tiene mucho, mucho más para enseñar. El Palacio de Viana, sus puertas y murallas y cada uno de los rincones de la ciudad, son imprescindibles, como también lo son, sin duda, los baños árabes de la ciudad, tanto los de Santa María como los del Alcázar Califal.
Decenas de monumentos, de museos, iglesias y casas y palacios nos esperarán para poder disfrutar de un conjunto urbano único, en una de las ciudades más bonitas de España y del mundo.
Patrimonio de Cuenca
El casco antiguo de Cuenca fue nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1996. Callejuelas enrevesadas con casas de colores y señoriales nos harán disfrutar de una de las ciudades con más encanto del país y que cada día gana más adeptos en lo que se refiere al turismo.
Entre otros, debemos visitar el actual Archivo Histórico Provincial, que fue sede del Tribunal de la Inquisición y posteriormente, cárcel provincial. Formaba, en su momento, parte el castillo, al igual que el Arco de Bezudo que actualmente junto con un torreón y algunos restos de muralla, pertenecen a los restos de la fortaleza.
La Catedral de Santa María y San Julián, en la Plaza Mayor, es Monumento Nacional desde 1902, fue erigida en 1183, una vez que el rey castellano Alfonso VIII tomase cuenca en 1177 y ordenase edificar la sede católica en donde se situaba la mezquita principal.
Pero, sin duda, el plato fuerte de Cuenca son sus casas colgadas. Estas casas fueron muy frecuentes en toda la fachada de la hoz del Huécar, pero sólo se conservan tres, restauradas a comienzos de este siglo.
De estilo gótico, conservan aún muchos elementos originales, al igual que se mantuvo la estructura original pese a la restauración y por ello en su interior encontramos muchos componentes de madera.
Patrimonio de Ibiza
Ibiza es conocida por sus playas y por su vida nocturna, pero ¿sabías que también es Patrimonio de la Humanidad? Así la declaró la Unesco en 1999, y es de carácter mixto, esto es, que se considera patrimonio tanto natural como cultural.
Es Patrimonio natural por ser uno de los grandes ejemplos en el mundo de interacción entre ecosistemas marino y costero; y por la diversidad de vida marina que sostiene la especie endémica Posidonia oceánica, la cual sólo puede encontrarse en este lugar.
Por otro lado, es patrimonio cultural por la gran cantidad de evidencias históricas que podemos encontrar en ella. Ibiza jugó un papel fundamental en la protohistoria, en el comercio marítimo durante los períodos de fenicios y cartagineses, y así lo testifican los sitios arqueológicos de Sa Caleta, como asentamiento, y de Puig des Molins, como necrópolis.
Pero, además encontramos a Dalt Vila, la “ciudad alta”, uno de los más grandes ejemplos de arquitectura militar renacentista, aunque su historia es anterior, partiendo del año 902 cuando los árabes tomaron posesión de la isla hasta la conquista por parte de Jaime I de Aragón en 1235.
Es imprescindible recorrer sus callejuelas, descubrir la Catedral y simplemente dejarse llevar por el aire medieval que nos transporta a otras épocas, en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
Patrimonio de Mérida
Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1993, Mérida es un lugar que tenemos que conocer y visitar al menos una vez en la vida. Es una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo, construida por encargo del emperador Augusto y en donde destaca, ni bien llegamos desde Madrid, el imponente circo romano situado fuera de la ciudad.
Una vez en Mérida, debemos visitar el recinto arqueológico en donde conoceremos el verdadero emblema de la ciudad: el teatro romano. El verano es, además, el mejor momento para visitarlo al poder disfrutar de alguna de las exquisitas obras de teatro que se realizan en él los meses de junio, julio y agosto, en donde representan grandes obras clásicas en un ambiente único.
Junto al teatro encontramos el anfiteatro, inaugurado en el año 8 a.C. y que tenía una capacidad para 14.000 espectadores, quienes acudían a ver luchas de gladiadores, contra fieras y naumaquias.
En el mismo recinto debemos ver la casa de Mitreo y disfrutar de sus muchas habitaciones, patios y termas, de sus pinturas en la pared y de dos mosaicos muy bien conservados.
También en la Mérida romana encontramos el Templo de Diana, el Acueducto de los Milagros, el Acueducto de San Lázaro, y el Arco de Trajano, además del increíble Puente Romano.
Pero no sólo nos ambientaremos en la Antigua Roma en esta ciudad, sino que encontramos decenas de edificaciones visigodas, árabes y medievales, como la Concatedral de Santa María o la Basílica de Santa Eulalia y Hornito.
Patrimonio de Salamanca
Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 debido a su importante patrimonio histórico y artístico, en donde debemos destacar sus dos Catedrales, la Vieja y la Nueva, ambas espectaculares, la Plaza Mayor, una de las más bonitas de España, la Casa de las Conchas, el Convento de San Esteban y las Escuelas Mayores.
Su arquitectura os encandilará, comenzando por la Plaza Mayor, de estilo barroco o churrigueresco, nombre que proviene del apellido Churriguera, arquitectos que diseñaron la plaza (Nicolás y Alberto Churriguera).
Además, se debe visitar el Huerto de Calixto y Melibea, el cual se encuentra muy cerca de las dos catedrales y en donde se cree que se sitúa la obra “La Celestina” de Fernando Rojas.
La gran cantidad de conventos de la ciudad también merecen ser descubiertos, comenzando por el de San Esteban, de estilo plateresco y con forma de arco de triunfo, cualidades que le otorgan ser una de las grandes joyas del Renacimiento no sólo de Salamanca, sino de España.
Perderse en sus calles y toparse con iglesias románicas es parte del paseo obligatorio, como también encontrar a la famosa Rana de Salamanca, prestando mucha atención a la fachada de la Universidad que es en donde se encuentra.
Un consejo, visitar la Casa Museo de Unamuno, del siglo XVIII y que funcionaba como antigua casa de los rectores de la Universidad, la cual se conserva tal y como la tenía el escritor cuando ocupó ese mismo cargo.
Patrimonio de San Cristóbal de La Laguna
Es hora de tomar un vuelo para ir a Tenerife, en las Islas Canarias. Para disfrutar de la isla, es necesario alquilar un coche, no sólo para poder ir a San Cristóbal de La Laguna, Patrimonio de la Humanidad desde 1999 y del que hablaremos ahora, sino también para poder visitar el Teide, el tercer mayor volcán de la Tierra y que se encuentra en un Parque Nacional también considerado Patrimonio de la Humanidad.
La Laguna, como también se le llama, fue declarada Patrimonio por ser “un ejemplo único de ciudad colonial no amurallada”, en donde destaca la primera universidad de Canarias y que aún sigue en activo.
La ciudad mantiene intacto su trazado original del siglo XV, y tanto su conformación como sus colores hacen recordar a otras grandes ciudades coloniales en América como Cartagena de Indias o La Habana Vieja, entre otras.
Posee una gran cantidad de iglesias y conventos, y es necesario visitar el conjunto de Casas Consistoriales, los cuales no sólo nos transportan a la época colonial, sino que además nos mostrarán el encanto de sus patios.
Siendo considerada a lo largo de los siglos como la “lugar de la intelectualidad de Canarias”, aquí encontramos, entre otros, el Museo de Historia de Tenerife, el Ateneo de La Laguna, la Universidad con su paraninfo, el Museo de la Ciencia y el Cosmos, el Museo de Antropología de Tenerife, y la sede del Instituto de Astrofísica de Canarias, uno de los más importantes del mundo.
Como consejo, perdeos en sus calles, disfrutad del ambiente, del clima, y de cada uno de sus rincones, pues es una ciudad que merece la pena descubrir.
Patrimonio de Santiago de Compostela
Famosa por su impresionante Catedral y como lugar de peregrinaje del cristianismo, Santiago esconde muchas más cosas que merecen su visita.
El Mercado de Abastos, que funciona desde hace 300 años; el Hostal dos Reis Católicos, construido en 1501 por orden de los Reyes Católicos para atender a los enfermos y peregrinos; la Casa do Deán, de 1747; o la Casa do Cabido, de estilo barroco de mediados del siglo XVIII, son solo algunos de los monumentos que debemos visitar en la ciudad.
Pero, sin duda que lo imperdible es la famosa Catedral, la obra más sobresaliente del románico en España, lugar en donde finaliza el peregrinaje hacia la tumba del apóstol, y cuya estructura nos causa gran impresión desde el primer momento en que la vemos.
Una ciudad para conocer, descubrir y disfrutar, no sólo de unos de los entornos más bonitos, sino para empaparnos de cultura como en pocos lados podemos hacerlo.
Patrimonio de Segovia
Segovia, mi ciudad adoptiva y Patrimonio de la Humanidad desde 1985, destaca por sobre todas las cosas, por su impresionante acueducto romano, uno de los monumentos más significativos y mejor conservados de la Antigua Roma en la península, y la obra de ingeniería civil de Roma más importante de España.
Poco se puede añadir del acueducto, sino que lo mejor es que lo veáis vosotros mismos y quedéis maravillados con su imponente presencia, antes de continuar el paseo por la Calle Real, perderse entre casas señoriales y disfrutar de la Casa de los Picos, el Palacio del Conde Alpuente, el Torreón de Lozoya o la Casa del Sello, antes de llegar a la plaza Mayor en donde encontraremos otro de sus tesoros: la Catedral.
De estilo gótico tardío, es considerada la Dama de las Catedrales por su elegancia, aunque en realidad su nombre es La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos de Segovia. Muy recomendable es ascender a su torre y disfrutar de unas vistas muy bonitas.
Seguimos de camino al Alcázar de Segovia, una impresionante fortaleza que parece realmente un barco, con un profundo foso con puente levadizo, fue una de las residencias preferidas por los reyes de Castilla y desde aquí partió Isabel La Católica hacia la Plaza Mayor de la ciudad para ser coronada reina.
Un consejo, os recomiendo que veáis el Alcázar por la noche desde el barrio de San Marcos. La iluminación y la atmósfera que genera ver el Alcázar desde allí es de una belleza única.
En Segovia, además, es obligatorio perderse en el barrio judío y descubrir la gran cantidad de iglesias románicas que contiene toda la ciudad. Iglesias como San Lorenzo, San Millán, San Esteban, Santísima Trinidad, Santos Justo y Pastor o San Juan de los Caballeros, entre otras, merecen ser visitadas y así descubrir los tesoros de su interior.
Patrimonio de Tarragona
Una de las principales ciudades de la Hispania romana y capital de la provincia Hispania Tarraconensis, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 gracias a su increíble conjunto arqueológico.
Las murallas romanas, el foro, el circo, el recinto de culto imperial, el Foro, el teatro, el anfiteatro, el cementerio paleocristiano, su gran acueducto y le torre de los Escipiones, son sólo algunos de los sitios que debemos descubrir en esta ciudad.
Su circo, edificado bajo el mandato de Domiciano, fue construido a finales del siglo I y que se utilizaba principalmente para carreras de caballos, aunque también se realizaban ludi circenses y juegos teatrales.
Con un aforo de hasta 25.000 personas, es una de las joyas del lugar junto con el Foro romano, construido en el año 73 por orden de Vespasiano. Sí, el mismo emperador que impulsó un impuesto a la orina en Roma.
Patrimonio de Toledo
Para hablar de la “ciudad de las tres culturas” necesitaríamos un artículo tan extenso como este. Esta impresionante ciudad medieval, nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1986, fue de gran importancia durante la Edad Media y la Época Moderna, destacando aquí como sede de los Reyes Católicos.
Su Alcázar, situado en un lugar que a lo largo de la historia estuvo fortificado (desde la época romana), la Catedral Primada, la Casa del Temple, la Mezquita Cristo de la Luz o la Iglesia de Santo Tomé, son sólo algunos de los lugares destacados que debemos ver en una visita a Toledo.
Al igual que sus monasterios, el de San Juan de los Reyes y el de Santa Clara La Real; o sus imponentes puentes (Alcántara, San Martín).
Imperdible es también descubrir la Sinagoga Santa María La Blanca, la mayor de Toledo y reconstruida en el siglo XIII, ya que la anterior fue erigida en el año 1180.
El mejor consejo que os puedo dar para esta ciudad es ir con tiempo, descubrir cada uno de los rincones que se esconden en sus callejuelas, y descubrir el encanto y ambiente que tiene durante la noche, lo que os hará sentir una experiencia inolvidable en una de las ciudades más bonitas del mundo.
Patrimonio de Úbeda
Cuando visitamos Baeza debemos visitar Úbeda. Situada justo a su lado, esta ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003 por la gran calidad de sus edificios renacentistas.
Destaca la Plaza Vázquez de Molina, una de las más bonitas del país y con un conjunto de monumentos que debemos ver. La Sinagoga del Agua, el hospital de Santiago, o el Palacio Vela de lo Cobos, son de vista obligatoria en la ciudad, al igual que sus murallas, sus puertas (del Losal, de Granada y Puerta de Santa Lucía), y sus torres (de las Arcas, del Reloj y de los Caballeros).
Recorrer y perderse en su recinto amurallado es una experiencia que debemos vivir, al igual que descubrir sus iglesias, palacios y conventos.
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Se ha olvidado de la última en incorporarse, en 2017, Antequera.
Hola Joaquín, en realidad lo que fue nombrado Patrimonio fue «El Sitio de los Dólmenes de Antequera» y no la ciudad como tal. En esta ocasión nos centramos sólo en las ciudades, pero sí que debemos hacer otro sobre sitios que hay algunos imperdibles (Antequera, La Alhambra!, El Escorial, Altamira, Catedrales… Muchas!
Gracias por tu comentario.
Saludos!