Descubren que la tinta de los papiros egipcios antiguos contiene cobre

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Marcelo Ferrando Castro
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Hasta ahora se suponía que la tinta utilizada para escribir, al menos hasta los siglos IV y V, se basaba principalmente en el carbono, pero un nuevo estudio de la Universidad de Copenhague a papiros de 2.000 años de antigüedad muestra que la tinta negra utilizada por los escribas egipcios también contenía cobre, un elemento no identificado previamente en la tinta antigua.

En un estudio publicado en Scientific Reports, el equipo descubrió que los egipcios utilizaban tintas de carbono que contenían cobre, algo que no se había identificado hasta ahora con tinta antigua.

Aunque los fragmentos de papiro que se analizaron fueron escritos durante un período de 300 años y de diferentes regiones geográficas, los resultados no variaron significativamente.

«La composición de las tintas de carbón que contienen cobre no mostró diferencias significativas que pudieran estar relacionadas con períodos de tiempo o ubicaciones geográficas, lo que sugiere que los antiguos egipcios usaron la misma tecnología para la producción de tinta en todo Egipto desde aproximadamente el año 200 a.C. y el 100 d.C.», explicó Thomas Christiansen, Egiptólogo y autor del estudio de la Universidad de Copenhague.

Papiros sin firma de tinta única

Los fragmentos de papiro estudiados forman parte de manuscritos más grandes pertenecientes a la Papyrus Carlsberg Collection de la Universidad de Copenhague y más específicamente, de dos fuentes primarias: los documentos privados de un soldado egipcio llamado Horus y de la biblioteca del templo de Tebtunis, la única biblioteca institucional a gran escala sobreviviente del Antiguo Egipto.

«Ninguna de las cuatro tintas estudiadas aquí son completamente idénticas e incluso puede haber variaciones en un solo fragmento de papiro, lo que sugiere que la composición de tinta producida en el mismo lugar podría variar mucho. Esto hace que sea imposible reproducir mapas de tinta, firmas que de otro modo podrían haber sido utilizadas para fechar y situar fragmentos de papiro de procedencia incierta», comentó Christiansen.

Añadió además que: «Sin embargo, como muchos papiros se nos han entregado como fragmentos, la observación de que la tinta utilizada en manuscritos individuales puede diferir de otros manuscritos de la misma fuente es una buena noticia en la medida en que podría facilitar la identificación de fragmentos pertenecientes a manuscritos o secciones específicas».

Los investigadores añadieron finalmente que sus resultados también serán útiles para fines de conservación, ya que el conocimiento detallado de la composición del material podría ayudar a museos y colecciones a tomar las decisiones correctas con respecto a la conservación y almacenamiento de papiros, asegurando así su preservación y longevidad.

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