Arqueólogos chinos han desenterrado los restos de dos buques que naufragaron y se quedaron enterrados durante siglos bajo el Gran Canal en China. En total, se han podido recuperar de ambos buques más de 600 objetos que datan de la dinastía Ming (1368-1644).
El director del Centro de Protección del Patrimonio Cultural de Tianjin, Mei Pengyun, comenta que los restos de naufragios se encontraron por primera vez en abril, durante unos trabajos de dragado de una sección del canal en el municipio de Tianjin.
Tras un mes de excavaciones, los expertos hallaron fragmentos de una nave y la estructura bien conservada de otra, así como un gran número de ladrillos, piezas de cerámica, huesos y productos de madera. La segunda nave, que mide cerca 13 metros de largo, se cree que fue utilizada como barcaza para cruzar el canal de 1.776 kilómetros que se extendía por varias provincias del norte y del este de China.
Los expertos sostienen que el descubrimiento proporcionará importante información sobre el desarrollo histórico de los antiguos barcos que transportaban el agua en China. También piensan que beneficiará a la solicitud de la concesión del estatus de Patrimonio de la Humanidad para el Gran Canal, que hace siglos fue una importante vía fluvial que unía Pekín y Hangzhou. Las secciones más antiguas del canal fueron construidas hace 2.500 años y se unieron en el periodo de la dinastía Sui (581-618). Según las autoridades chinas, una parte del canal se encuentra todavía en uso.