La tumba de una mujer enterrada en Yanghai entre los siglos VII al VI a.C., contenía la silla de montar a caballo más antigua de China, además de encontrarse en su tumba otros enseres relacionados a la actividad ecuestre.
La mujer se enterró en posición flexionada ataviada con un abrigo de piel, botas de cuero, sentada sobre la silla de montar. También se encontraron restos de cerámica y tejidos.
La silla de montar más antigua de China estaba hecha de cuero de vaca, y consistía en dos cojines ovalados, con cinco partes de cuero cocidas con hilo de tendón, los cuales estaban rellenos de piel de oveja o camello.
El hallazgo se sometió a las pruebas de carbono, lo que produjo una datación de 727 al 396 a.C., convirtiéndose en la silla más antigua de montar.