Arqueólogos de la Universidad de San Marcos encontraron una tumba en el cementerio del valle de Chancay, donde hallaron varias personas de la élite junto a otros enseres, con una datación del año 1.000 al 1.400 d.C.
La tumba se halló en una fosa de seis metros de profundidad, en la que se encontraron otras cinco personas, quizás otros familiares o sirvientes sacrificados.
También se encontraron un total de 25 vasijas de cerámica, que contenían varios restos de comida a manera de ofrenda ritual, además de hallarse los restos de cuatro llamas que honraron la memoria de estos difuntos.
Uno de los descubrimientos más intrigantes fue el hallazgo de un remo de madera, algo que nunca se había visto en este tipo de enterramientos.
Por ahora, todavía son necesarios mayores estudios para determinar quiénes eran estas personas, su sexo, y causa de muerte.