Gracias a las recientes excavaciones producidas en Winterborne Kingston, los arqueólogos han descubierto vestigios de la adaptación a la vida romana en los británicos antiguos, quienes vivieron la invasión de este poderoso imperio.
La manera de enterrar a los cuerpos dan cuenta de la influencia entre romanos y británicos, aunque se observa que incluso en el período de mayor influencia romana, los británicos continuaban con sus ritos culturales con algunas adiciones romanas.
Acerca de esto, el hallazgo de copas y jarras de vino al estilo mediterráneo son uno de los elementos que más ha llamado la atención y es que se trata de una incorporación hecha por los británicos antiguos, luego de considerar el vino romano como un producto muy preciado.
Un ejemplo podemos verlo en el entierro de dos mujeres de treinta años aproximadamente, que fueron enterradas juntas con un gran número de jarras de vino.
Las mujeres se colocaron a la manera de los enterramientos de la Edad de Hierro, por lo que encontrar los vasos de vino mediterráneo indica que no se estaba romanizando a los británicos en ese momento, sino que incluyeron el vino porqué logró cambiar y mejorar su vida.
Otra tumba poseía los restos de dos perros que parecen haber sido sacrificados debido a la posición que ocupaban en la tumba, además de que ambos murieron al mismo tiempo.
Una última tumba sí mostraba rasgos romanos, con el cuerpo con sus brazos cruzados sobre el pecho,
Este último hallazgo llevó a la conclusión de que, a pesar de que entre los siglos II y III los romanos están muy instaurados en la isla británica, la verdad es que el poco ajuar funerario demuestra que los británicos continuaban preservando numerosos elementos de su cultura, a pesar de formar parte del imperio romano.