La antigua Roma era una economía agraria y esclavista, cuya principal preocupación era alimentar a la gran cantidad de ciudadanos y legionarios que poblaban la región mediterránea.
Los esclavos eran considerados propiedad bajo la ley romana y no tenían personalidad jurídica.
Podrían ser sometidos a castigos corporales, explotación sexual (las prostitutas a menudo eran esclavas), tortura y ejecución sumaria.
Con el tiempo, sin embargo, los esclavos obtuvieron una mayor protección legal, incluido el derecho a presentar quejas contra sus amos.
En ‘Esclavitud y economía en la antigua Roma‘, el autor, Stanford Mc Krause hace un repaso histórica a la esclavitud del imperio.