Un nudillo, que supuestamente pertenecía a Juan Bautista, ha sido datado por investigadores de Oxford y los resultados lo ubican en el siglo I d.C., por lo que se confirmaría la teoría de que los restos encontrados bajo el suelo de una iglesia en Bulgaria eran los del profeta y amigo de Jesucristo. La investigación ha sido realizada por un equipo de la “Oxford Radiocarbon Accelerator Unit” de la prestigiosa universidad británica.
Sin embargo, aunque los científicos se sorprendieron cuando descubrieron la temprana edad de los restos, han matizado que la datación por sí sola no puede probar que los huesos sean los de Juan Bautista.
Uno de los miembros del equipo, el profesor Higham explica: “Nos sorprendió cuando la datación por radiocarbono produjo este resultado. Nosotros sospechábamos que los huesos podrían ser más recientes, tal vez de los siglos III o IV. Sin embargo, el resultado del hueso metacarpiano de la mano habla de alguien que vivió en el siglo I. Ahora bien, si esa persona es Juan Bautista, es una pregunta que todavía no podemos contestar definitivamente y probablemente nunca podremos”.
Los huesos fueron descubiertos en 2010 por el arqueólogo Kazimir Popkonstantinov, quien estaba excavando bajo una antigua iglesia en una isla en Bulgaria llamada “Sveti Ivan” (San Juan). El nudillo fue uno de los seis huesos humanos que halló. Dentro de un pequeño sarcófago de mármol encontró un diente, la parte delantera de un cráneo y tres huesos de animales. Los profesores de Oxford, Thomas Higham y Christopher Ramsey, trataron de datar mediante el radiocarbono los huesos humanos, pero tan sólo uno de ellos contenía una cantidad suficiente de colágeno para ser fechado con éxito: el nudillo.
Los arqueólogos búlgaros también encontraron una pequeña caja hecha de toba volcánica cerca del sarcófago. La pequeña urna contiene inscripciones en griego antiguo que menciona directamente a Juan Bautista y el día de su fiesta, así como un el texto en el que se pide a Dios que “ayude a su siervo Thomas”. Los expertos barajan varias teorías. Se cree que la persona mencionada como Thomas se había dedicado a traer las reliquias a la isla.
Un análisis de la caja ha revelado que proviene de cerca de Capadocia, una región de la Turquía moderna. Los investigadores búlgaros creen que los huesos probablemente llegaron a Bulgaria a través de Antioquía, donde se guardó la mano derecha de San Juan hasta el siglo X.
El doctor Hannes Schroeder y el profesor Eske Willerslev, ambos de la Universidad de Copenhague, reconstruyeron la secuencia completa del genoma mitocondrial de ADN de tres de los huesos humanos para determinar que los huesos pertenecieron a la misma persona. Además, identificaron un grupo de genes que suele ser más común en las personas de Oriente Medio, zona de la que era originario Juan Bautista.
Shroeder comenta: “Nuestra preocupación era si los restos habían sido contaminados con ADN moderno. No obstante, el ADN de las muestras tenía patrones de daño que son característicos en genes antiguos, lo que nos ayudó a seguir con la investigación. Por supuesto, esto no demuestra que se trataba de los restos de Juan Bautista, pero tampoco refuta esa teoría, ya que las secuencias genéticas se ajustan con un origen de Oriente Próximo”.
En un estudio separado de los anteriores, otro investigador de Oxford, el doctor Georges Kazan, ha analizado documentos históricos que demuestran que, en la última parte del siglo IV, los monjes tomaron las reliquias de San Juan Bautista de Jerusalén y que entre ellas había partes del cráneo. Estas reliquias fueron convocadas a Constantinopla por el emperador romano que construyó una iglesia para alojarlas allí.
La investigación adicional realizada por Kazan sugiere que el relicario utilizado para guardar los restos puede haberse parecido a la urna en forma de sarcófago que se ha descubierto en Sveti Ivan. En palabras del propio investigador: “Mi investigación indica que, durante el siglo VI o a principios del siglo V, el monasterio de Sveti Ivan también pudo haber recibido una parte importante de las reliquias de San Juan Bautista, así como un relicario en forma de sarcófago, de manos de un miembro de la élite de Constantinopla”.
Una evidencia más del sindrome de «Santa»… si el 25 de diciembre por la mañana bajo mi árbol hay regalos, Papa Noel existe. Sería de desear más rigor y seriedad con este tipo de noticias tanto por parte de los medios de comunicación cxomo del mundo académico. Si por existir un planeta habitable un grupo de científicos afirmara que con ello se ha demostrado que hay planetas con vida inteligente con extraterrestres con la teconología suficiente y capaces de venir a la tierra y eso es lo que explica los OVNIS, el mundo académico se quebraría por el clamor… pues eso.