En 1628 el barco holandés Batavia era la nave insignia de la Compañía de las Indias Orientales, pasaría a la historia por protagonizar hechos fatídicos.
La historia contada por el capitán Francisco Pelsaert, nos habla de un complot de su segundo al mando con otros hombres con la finalidad de hacerse con el oro y la plata transportados en el barco, siendo estas acciones las responsables de una verdadera matanza.
Cuando el barco naufragó el 4 de junio de 1629 frente a las costas de Australia, Jeronimus Cornelisz, quedaría al mando de la nave mientras el capitán y Ariaen Jacobsz (el segundo al mando), pasarían a tierras cercanas para buscar ayuda.
Mientras tanto, los sobrevivientes y los conjurados libraron una lucha férrea que dejaría varios vestigios en las islas cercanas al naufragio, que los investigadores han logrado develar.
Un ejemplo de ello lo muestra Beacon Beach, donde los arqueólogos encontraron un cementerio donde se enterraron a las primeras víctimas.
Otro hallazgo se realizó en Long Island y la isla West Wallabi, donde los investigadores observaron restos de armas improvisadas, que mostrarían la resistencia de los sobrevivientes a Cornelisz y sus hombres.
Las investigaciones continuarán con los nuevos datos, además de someter a los huesos humanos a exámenes de ADN junto a otras pruebas, para obtener mayores datos de lo que sucedió en el Batavia en el siglo XVII.