Estos petroglifos en Norte América superan los 14.800 años de antigüedad, por lo que son los más antiguos, según la Universidad de Colorado. Están inscritos en rocas grandes pertenecientes al yacimiento de petroglifos del Lago Winnemucca al oeste de Nevada.
Sus inscripciones son símbolos verticales, encadenados y profundos que forman un diseño complejo, aunque no incluyen animales ni personas. Parecen haberse realizado con una especie de espátula, dice Larry Benson, investigador de las rocas grandes de la Universidad de Colorado.
Benson y sus colegas emplean varios métodos para datar estas inscripciones. Determinan cuándo el nivel del agua del Lago Winnemucca alcanzó poco más de un metro. Este dato es fundamental para saber el nivel máximo que alcanzó el lago antes de que empezara a abastecer de agua al paso de Emerson, al norte. “Cuando las rocas con petroglifos fueron sumergidas, no pudieron ser grabadas”, remarca Benson.
Según Benson, una capa blanca de carbonato proveniente del antiguo lago ha ocultado algunos de los petroglifos. Basándose en sus previas investigaciones, el experto afirma que estas capas tenían una edad aproximada de 11.000 años.
Benson tomó muestras del carbonato con las inscripciones y del que cubría los petroglifos. El radiocarbono indica que la capa de carbonato bajo los petroglifos alcanza los 14.800 años. Estas fechas, además de los datos geoquímicos de sedimentos subterráneos provenientes del cercano Lago Pirámide indican que las rocas con petroglifos estuvieron expuestas al aire hace entre 14.800 y 13.200 años y otra vez entre 11.300 y 10.500 años.
La fecha más antigua estimada dentro del yacimiento de los petroglifos corresponde al fósil de un excremento humano hallado en una cueva en Oregón. Son las cuevas Paisley, que incluían huesos de caballos y camellos extintos en Norte América hace más de 13 milenios, declara Benson.
En el caso del Hombre del Espíritu de la Cueva, que fue descubierto hace más de 70 años al este de Reno, parece ser el más joven, ya que gracias a sus restos, se le dató de 10.600 años.
Uno de los petroglifos del Lago Long fue enterrado en cenizas de la erupción del volcán Munt Mazama, hace aproximadamente 6.700 años, lo que es prueba de que fue grabado antes de la erupción. “No sabemos lo que significan estas inscripciones”, reconoce Benson, pero piensa que son bonitos pues parecen diamantes y árboles. Además, hay muy pocos petroglifos al oeste de Sudamérica con las inscripciones tan profundas.