Este fuerte británico de la edad de Hierro se ubica en Ham Hill y es el más grande hallado hasta ahora, según los arqueólogos de la Universidad es de Cambridge y Cardiff.
Este fuerte rebela información acerca de la estructura desarrollada por los defensores en respuesta a la invasión romana. Los investigadores llevan tres años estudiando el fuerte, que se extiende por 80 ha del Somerset. Su finalidad es conocer la función de esta estructura y cómo las gentes intentaban defenderlo.
La última fase de las excavaciones, que están a punto de concluir se ha concentrado en sus murallas, que datan de la edad del Hierro y tiene probablemente su origen en las invasiones romanas.
Es la parte defensiva del muro, que está localizado a lo alto de unos terrenos elevados y que alcanzan los cuatro metros de altura. En la muralla se encuentran muestras evidentes de asalto, puesto que se han hallado restos humanos que fueron cercenados en la época de la Conquista Romana. Es cierto que Ham Hill estaba preparada para expulsar a los posibles atacantes, pero no se trata solo de un fuerte militar, sino que estas murallas podrían presentar una función simbólica al establecer un espíritu de identidad colectiva, al mismo tiempo que diferenciaba a una territorio de otro.
Después de tres veranos dedicados a los trabajos de excavación se ha podido acceder a una enorme cantidad de datos desconocidos sobre este fuerte. Algunos de estos hallazgos son por ejemplo la primera Ham Stone de piedra, que se trata de una edificación de la edad del Hierro construida a partir de piedra que se hallaba en la región. Este descubrimiento prueba que la piedra típica de la zona era empleada por los locales antes que los romanos ocuparan los territorios. Otras estructuras incluyen casas de planta redonda con pozos para almacenar grano, y que datan de los siglos II y I antes de Cristo.
Los arqueólogos también han determinado que la zona más alta de la colina estuvo poblada al menos en el neolítico, gracias a los objetos hallados en piedra y a los útiles de metal romanos. En las acequias que cruzan la muralla se han hallado artículos antiguos militares y de cerámica de la época romana. Por último, en un terreno en el interior del fuerte se han descubierto restos óseos humanos quizás colocados para simbolizar a los ancestros.