La Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China da por identificada una tumba de dimensiones colosales encontrada a comienzos de este siglo en las afueras de la histórica ciudad de Xian, capital de la provincia de Shaanxi.
La cámara fúnebre, que incluye cuatro rampas descendientes a una profundidad máxima de 30 metros bajo tierra, es la última morada del emperador Wen de la dinastía Han, informan medios chinos.
Se trata de uno de los emperadores más conocidos de la historia antigua china, el quinto de su dinastía, y que fue quien en el siglo II antes de la era común ordenó examinar los conocimientos de todos los funcionarios de su imperio.
Esta práctica existiría desde entonces, con ciertas modificaciones, hasta comienzos del siglo XX, pero la ubicación de la cripta de Wen, cuyo nombre al nacer era Liu Heng, fue un misterio durante siglos.
El descubrimiento fue posible a raíz de un robo que se dio a conocer cuando la casa de subastas Sotheby’s exhibió en EE.UU. seis figuras de terracota negra de la dinastía Han provenientes de una tumba china.
Entonces las autoridades chinas tomaron medidas para prevenir la compra de esos objetos de su patrimonio nacional e iniciaron una investigación de su procedencia.
Después de mucho esfuerzo, las figuras fueron devueltas a Xian en 2003 y posteriormente se determinó que saqueadores de tumbas las habían desenterrado en la aldea de Jiangcun. Tres años más tarde arqueólogos llevaron a cabo el primer estudio del lugar.
La posterior exploración arqueológica concluyó que la longitud total del túnel este y oeste de la tumba de Jiangcun era de 250 metros, unas dimensiones muy superiores en comparación con los entierros de princesas y príncipes del período Han.
Un experto de la Academia de Arqueología de Shaanxi dijo en rueda de prensa este martes que la estructura y las dimensiones del mausoleo son similares a las de otros dos mausoleos ya conocidos y atribuidos a otros emperadores de la misma dinastía.
Agregó también que existen documentos históricos que corroboran la hipótesis de los arqueólogos sobre la persona que está enterrada en la tumba.
Con esta identificación se descarta la suposición anterior de que la tumba del emperador Wen estaba en un área también cercana a Xian, donde había sido hallada una tabla de piedra con inscripciones atribuibles a este venerado monarca.