Un reciente estudio publicado acerca de los hallazgos en la necrópolis de La Robine, ha develado varias prácticas funerarias romanas luego de publicar los resultados de una investigación en el sitio que se produjo entre los años 2017 a 2020.
Los arqueólogos lograron desenterrar hasta 1.430 tumbas, incluyendo unas 450 estructuras funerarias, con una datación que va desde el siglo I al siglo III.
La forma de entierro en este periodo romano estaba relacionado con la edad del difunto. Cuando moría algún adulto, su cuerpo se colocaba en un ataúd de madera y por el contrario, si era un niño quien había fallecido, entonces era colocado en una fosa cubierta.

De igual manera, los investigadores encontraron varios restos de cremaciones.
Entre los hallazgos se documentó gran número de ajuar funerario, incluyendo cerámica, joyas, alimentos y vasos, entre otros.