Según las últimas noticias, un experto perteneciente al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO, con sede en París, se encuentra examinando en profundidad las ruinas de la Universidad de Nalanda, con la finalidad de poder evaluar en primera persona la candidatura de la India para conseguir que este antiguo lugar pase a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El experto, Masaya Masui, ha examinado concienzudamente las ruinas de la Universidad de Nalanda para conocer todos los detalles y características peculiares con los que cuenta este lugar y a pesar de que ya ha finalizado su misión, ahora tendrán que esperar un tiempo hasta que los resultados se hagan públicos y la excelsa y extensa lista de Patrimonio de la UNESCO vea incrementado su número.
¿Qué es la Universidad de Nalanda?
De este lugar se ha hablado mucho y hay muchos historiadores y estudiosos sobre este rincón que la Universidad de Nalanda es una de las universidades más antiguas del mundo, mucho antes que cualquiera de las que podríamos encontrarnos en Europa, por ejemplo. Se dice que su construcción comenzó en el siglo VI d.C. , en pleno apogeo del Imperio Guota y así continuo durante seis siglos repletos de esplendor hasta que en el siglo XII fue completamente saqueada e incendiada por el ejército turco bajo las tropas invasoras del comandante Bakhtiyar Khilji.
Tanto para los habitantes de la zona donde se encuentran estas ruinas así como para el Gobierno Indio, es muy importante que este lugar sea reconocido e incluido en esta elitista lista. Por ello, desde el Ministerio de Cultura mediante el Servicio Arqueológico de la India preparó un completo dossier sobre las ruinas que sobrepasaba con creces las 200 páginas pormenorizando prácticamente todos los detalles sobre el lugar.
A pesar de todo, habrá que esperar para saber si finalmente las ruinas de la Universidad de Nalanda salen aceptadas o no, dado que no se sabría antes de 2016, aunque desde el Gobierno Indio consideran que el experto se quedó muy sorprendido con lo que encontró en el lugar, aunque prefieren no echar las campanas al vuelo y armarse de paciencia hasta el próximo año, en el que finalmente se confirmará lo que tanto tiempo llevan buscando desde la India y lo cierto es que el lugar merece mucho la pena, no solo por su valor arquitectónico sino por su valor patrimonial.