El poderoso ejército asirio, que conquistó buena parte de Judea desde el año 701 a.C. y asedió la ciudad de Jerusalén, derrumbó un edificio administrativo utilizado por el rey de Judea llamado Ezequías, que ha salido a la luz luego de una nueva misión arqueológica.
El rey Ezequías no deseaba someterse a los asirios quienes le veían como a un vasallo, por lo que el rey asirio Senaquerib se dirigió a la ciudad de Jerusalén para sitiarla y así someter a Ezequías.
La ciudad tras el asedio no fue conquistada. Según La Biblia en su libro de Reyes, el Ángel del Señor derribó a cientos de miles de soldados asirios, pero las fuentes asirias revelan que Ezequías pagó un acaudalado rescate para que les dejaran tranquilos.
El reciente descubrimiento del edificio administrativo da a los investigadores una visión de los impuestos de la época, ya que encontraron vasijas con inscripciones que decían que los impuestos eran para el rey.
Varias de estas jarras pudieron haber sido enviadas al campo, con la finalidad de que el impuesto fuese hecho con productos alimenticios.