En un estudio se revelan evidencias de que los antiguos egipcios pudieron tener cierta presencia en un rincón del mundo tan lejano a su imperio como es Irlanda.
Un reciente hallazgo arqueológico así lo sugiere, exactamente en la colina de Tara, desde siempre considerada como un lugar sagrado. Es un lugar que alberga un gran número de antiguos monumentos y que es conocida por ser la sede de lo que se llama Árd Ri Éreann o “Gran Rey de Irlanda”.
Desde la invasión celta de Irlanda hasta el año 1169, esta colina fue un importante lugar político y sobre todo espiritual. Ahora, muchas teorías sugieren que aún se está muy lejos de conocerse la verdadera historia de este misterioso lugar.
En recientes excavaciones realizadas en una zona próxima llamada Lismullin Henge, se descubrió un raro esqueleto del que en un principio se pensó que era el de un perro, pero tras las investigaciones se determinó que se trata de un mono de Berbería, un animal impropio de estas latitudes.
Podría ser algo aislado que tendría una explicación tan sencilla como que el mono pudiera ser la mascota de un mercader, pero no es un caso aislado sino que en otras excavaciones realizadas en Armagh, se descubrió el cráneo de otro mono cuya antigüedad se remontó a 2.500 años después de haberlo sometido a las pruebas de radiocarbono.
¿Casualidad? Posiblemente, si fuera solo un caso, pero dos invitan a la creación de muchas y diferentes hipótesis. Una de ellas es el descubrimiento del esqueleto de un adolescente en una zona próxima a Tara, en lo que se conoce como Montículo de los Rehenes.
Según la datación de este esqueleto, se ha demostrado que los restos tienen unos 3.800 años de antigüedad. También se encontró un collar junto al esqueleto, el cual estaba hecho de mayólica, coincidiendo con un diseño y una forma de elaboración idéntica a la egipcia.
Otra de las leyendas afirma que la princesa egipcia Scota llegó a Irlanda en el año 1700 a.C., la cual fue asesinada durante el transcurso de una gran batalla contra los Tuatha De Dannan. Se dice que la tumba está marcada por una gran roca que cuenta con diferentes inscripciones y que se encuentra en el Condado de Kerry.
Por otro lado, un equipo de científicos del Trinity College de Dublín y de la Queen’s University de Belfast, publicaron recientemente sus hallazgos, asegurando que lo que se encontró no sólo estaba relacionado con el sur de Europa sino que también con el Medio Oeste, lo que podría revelar parte de la cadena etimológica de los Tuatha irlandeses.